Colate Vallejo-Nágera ha querido compartir con SEMANA los detalles de su último entuerto judicial contra su exmujer, Paulina Rubio, por la custodia de su hijo
El último capítulo de la batalla judicial entre Paulina Rubio (48) y Colate Vallejo-Nágera (48) ha venido rodeado de informaciones contrapuestas. SEMANA publicó en exclusiva que un juez había desestimado una demanda del empresario contra la cantante para modificar su acuerdo de custodia alegando, entre otras cosas, “desequilibrios mentales”. El caso es que varios medios se hicieron eco de la noticia afirmando erróneamente que Paulina había ganado un juicio en el que Colate pedía la custodia completa del hijo de 10 años que tienen en común. SEMANA se ha puesto en contacto con el empresario, que actualmente está en Miami (EE.UU.), para que nos aclare en una entrevista en exclusiva este tema.
Cuéntanos, ¿Paulina Rubio ha ganado un juicio por la custodia de vuestro hijo?
En primer lugar, no ha sido un juicio por la custodia, ha sido una primera audiencia debido a que yo solicité que se produjeran unos cambios en la misma. Pero como no soy abogado y el proceso lo he llevado yo, he cometido algunos errores y no me lo han aceptado porque debo plantearlo de otra forma. Pero ella no ha ganado absolutamente nada, el que ha salido beneficiado, al menos en las intenciones, soy yo.
O sea, que te has visto perjudicado por no tener abogado...
Sí, no tengo abogado, porque después de gastarme un dineral en nueve años de conflicto sin servirme para nada, decidí defenderme yo. Pero en esta ocasión, ha sido contraproducente, porque ella cambió de abogado, cogió uno muy bueno, que se dirigió más hacia el lado jurídico, y, claro, yo no soy abogado. El juez para respetar las leyes tomó las medidas de una forma también más jurídica, pero sí creo que son unas medidas muy buenas.
¿Cuáles son esas medidas?
El juez ha abierto una investigación acerca de las cosas que yo estoy demandando contra la madre de mi hijo, y fue bastante duro con ella. En todo caso, quiero aclarar que yo no tenía ni un 1 % de posibilidades de que aunque el título de la demanda fuera reducir o retirar temporalmente los derechos maternales, eso ocurriera con una sola audiencia. Yo lo que busco es el bienestar de mi hijo.
¿Qué estás demandando?
Creo que el ambiente en el que convive cuando está con su familia materna no parece el más adecuado. Eso está teniendo unas consecuencias negativas en nuestro hijo y busco cambiar la forma en la que estamos procediendo, pero en ningún caso quiero separar a mi hijo de su madre. Lo que busco es apoyo en la justicia ya que he intentado hacerlo de forma directa con ella y sus abogados, pero les gusta más la confrontación judicial.
Pero te gustaría tener la custodia completa...
Si me hubiese gustado, estoy convencido de que la hubiese tenido desde el primer momento. Yo siempre digo que vivo en Miami por mi hijo, soy el que más sacrificios está haciendo por él y creo que también el único. Me quedé a vivir en este país tan difícil porque creía que era lo más justo para él. Teníamos un acuerdo que ha funcionado entre comillas, porque ha creado unos conflictos brutales, pero el niño era pequeño y las consecuencias o no eran tantas o no se notaban tanto. Pero ya notó cada vez más esas consecuencias negativas y por eso intento modificar el acuerdo.
¿El polémico vídeo de Paulina Rubio en una actitud un tanto extraña te ha preocupado especialmente?
Bueno, el famoso vídeo no solo me ha preocupado a mí sino a todo el mundo. A mí me encantaría que ella estuviera bien porque sería lo mejor para todos, pero es un claro ejemplo de lo que yo llevo mucho tiempo no denunciando, porque es la primera vez que lo he hecho, pero sí preocupado. En la demanda que yo he puesto esta no era la razón, pero el vídeo sí estaba incluido porque en los últimos meses sus extraños comportamientos se han incrementado mucho y lo he puesto como una prueba más. El juez se interesó mucho por ver el vídeo, se quedó muy preocupado y fue muy duro con Paulina. Creo que esto ha sido un golpe muy duro para ella. Yo llevo un año intentando evitar llegar a este punto. El último mail de: “Por favor, vamos a arreglar esto entre nosotros sin nadie por medio”, se lo envié hace poco más de dos semanas y ella me mandó a la Policía.
¿Pero habíais llegado a un acuerdo sobre cómo os ibais a organizar con el niño durante el confinamiento?
No, para hacer algo que no sea lo cotidiano, tengo que litigar con sus abogados. Yo tuve al niño al principio un mes, luego, se fue unos días con su madre, volvió y cuando me lo exigió de vuelta, por la serie de acontecimientos que sucedieron, consideré que no era bueno que fuera en ese momento con su madre y que quería que hiciésemos algunos cambios de buena fe y así se lo propuse. Pero cuando le pedí que se lo pensara bien, al día siguiente, me mandó a la Policía.
¿Te quedarías alucinado cuando llegó la Policía a buscarte a tu casa?
Sí, pero no tanto porque sé con quién estoy tratando, pero sí me quedé preocupado con el efecto que tuvo en nuestro hijo. El niño estaba jugando con sus amigos dentro de la comunidad, algo que aquí se permite durante el confinamiento, y llegó la Policía porque habían recibido una notificación de una desaparición de un niño cuando llevábamos dos meses encerrados en casa. El día anterior, el niño había hablado con su madre, pero ese día le llamó dos veces a un teléfono que no correspondía y que estaba arriba en la casa y no abajo, donde nos encontrábamos, y a la hora, teníamos dos coches de Policía que me venían a buscar. No me llevaron, pero el susto del niño fue tremendo.
¿Es cierto que has solicitado que Paulina se someta a un test psicológico?
Ese test se lleva solicitando por parte de los jueces desde hace nueve años, pero esta es la primera vez que lo he solicitado yo personalmente. El problema es que lo he hecho mal jurídicamente y el juez me ha dicho que lo vuelva a hacer de la manera correcta.
Paulina Rubio también tiene problemas con el padre de su hijo pequeño...
Ese padre lleva dos años sin poder ver a su hijo. Y me he enterado de que, a través de este conflicto conmigo, le han podido por fin entregar a ella la demanda de paternidad que él tenía interpuesta y que habían intentado, según me han dicho, dársela en 18 ocasiones. Yo me le he encontrado alguna vez por aquí. No somos amigos, pero nos hemos tratado con respeto. Alguna vez me ha llamado para preguntarme por su hijo, algo que me ha parecido terrible.