Este 20 de noviembre de 2024 se cumplen diez años del fallecimiento de Cayetana Fitz-James Stuart, la Duquesa de Alba. El Palacio de Dueñas, en Sevilla, se despedía de la duquesa a los 88 años. Una mujer cuyo legado ha sido, en palabras de su propio hijo, Cayetano Martínez de Irujo, "impresionante". Con motivo de esta década sin ella, la iglesia de la hermandad de los Gitanos, en la localidad andaluza, acoge hoy una misa en su memoria. Será a las 20.30 horas cuando familiares, amigos y conocidos de Cayetana acudan a recordarla en una misa funeral en la que estarán presente sus cenizas.
Cayetano ha desvelado cómo recuerda a su madre: "Le gustaba ser Duquesa de Alba, representar cenas importantes, seguía el arte... y convivía con esa parte del 'salseo' alegremente. Ella tenía una forma increíble de gestionar todo lo que le había tocado", ha señalado en 'Mañaneros' de Televisión Española, donde ha confesado que siempre tiene en mente, sobre todo, "su generosidad y su increíble humanidad".
El de la Duquesa, tal y como señala su hijo, es "un patrimonio de los más grandes de Europa y del mundo", algo que le hizo "llevar una responsabilidad de “emperatriz” que supo compaginar a la perfección con ser ella misma, ser Cayetana".
Sobre su faceta más íntima, como madre, asegura que "siempre nos dio mucha libertad, nunca se metió en nuestras vidas. Llevamos una educación estricta con un toque británico y a partir de los 18 años nos dejó mucha libertad y nos respetó mucho nuestras vidas", confiesa Cayetano, que tiene claro que a su madre "no podríamos reprocharle nada", ya que considera que "todo lo hacía bien".
La califica como "una mujer muy moderna": "Hemos aprendido de ella siempre, ha sido una mujer muy moderna que ha dejado un legado impresionante". Unas palabras que corroboraba la periodista María Eugenia Yagüe: "Era una mujer peculiar y con mucha personalidad, un personaje muy por encima del título", señala. "Cayetana rompía los moldes sin estridencias, era moderna y al mismo tiempo muy duquesa".
Esta tarde acudirá también su hermano, Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, algo que ha dejado sin palabras a Cayetano. "Me ha sorprendido que mi hermano Carlos haya querido participar, le he dicho que lo podía pagar si quería", ha confesado Cayetano, "después de nueve años, imaginaos lo que es tenerle a él ahí". Asegura que Carlos ha pagado una parte del homenaje, "algo simbólico".
No estará presente Eugenia, algo que él "no entiende", "ella tiene una forma de ver las cosas que yo no comparto, soy diferente...", ha comenzado diciendo, "pero a nuestra madre hay que hacerle honor como mínimo una vez al año". Unas palabras que llegan después de que la propia Eugenia se haya pronunciado al respecto con dardo incluido a su hermano: "Siempre conmigo mamá… Siempre juntas… Siempre en mi corazón", ha comenzado escribiendo en sus redes sociales. Después ha puesto un hashtag en el que ha lanzado un dardo a su hermano Cayetano Martínez de Irujo: "No me hace falta ir a misa para recordarte. Siempre en mi pensamiento".
La casa donostiarra que heredó Cayetano Martínez de Irujo, un refugio familiar
Actualmente, el palacete pertenece a Cayetano Martínez de Irujo. En los últimos años, se ha convertido en uno de los refugios de su exmujer, Genoveva Casanova. También en escenario de la puesta de largo de sus hijos, Luis y Amina, que celebraron en el verano de 2019. "Voy a aquella casa, también va Genoveva, la aprovechamos todo lo que podemos", confiesa.
La finca posee unos 20.000 metros cuadrados y puede albergar actos que congreguen hasta los mil invitados. El palacio dispone de dos carpas destinadas exclusivamente a eventos.
La casa fue construida en el siglo XIX por el Duque de Sotomayor, bisabuelo de Cayetano Martínez de Irujo. Cuenta con un total de 500 metros cuadrados divididos y cuatro plantas. Un auténtico paraje lleno de historia y recuerdos. En el sótano están las cocinas, los cuartos de plancha y los almacenes. Cuenta con un gran comedor, el salón, el despacho y hasta una pequeña capilla. En la primera planta se encuentran las habitaciones, donde además del dormitorio principal, hay otros siete "para invitados". Mientras que en la buhardilla estaba fijada para las habitaciones del personal de servicio. La propiedad posee una segunda construcción para alojar a los guardeses y un garaje.
La zona exterior cuenta con dos hectáreas, pero llegó a tener más de 14 en su día. Además, sus impresionantes jardines en pleno corazón de San Sebastián cuentan con vistas privilegiadas sobre la ciudad.