El mes de agosto se tiñó de negro para la familia Goyanes. Dos de sus miembros, Carlos Goyanes y su hija Caritina, fallecieron en cuestión de 19 días, lo que dejó a sus seres queridos completamente devastados. Es cuatro meses después de la tragedia cuando han decidido viajar juntos para pasar días juntos, en concreto a una casa suiza que uno de ellos posee en propiedad.
Es Miriam, hermana de Cari Lapique, la que ha conseguido lo que parecía imposible: que todos viajaran y comenzaran a sonreír tras el año más duro de su vida. A más de 1.600 kilómetros de España, han encontrado la paz y el refugio no solo para empezar a disfrutar, sino también para pasar tiempo de calidad con los suyos. Para ello se han alojado en la casa de Gstaad en Suiza, donde las hermanas Lapique y sus familias han estado durante varios inviernos.
Era propiedad de Alfonso Cortina, marido de Miriam Lapique, que la adquirió en la década de los 90 y que la ha mantenido para que gran parte de su familia la disfrute. De hecho, según cuentan en 'Vanitatis', Caritina y Carla Goyanes aprendieron a esquiar en sus montañas, lo que demuestra los excelentes recuerdos que les ha dejado esta casa. Ha sido allí, precisamente, donde se han reunido estas fiestas.
Una vivienda muy exclusiva teniendo en cuenta que el metro cuadrado en aquella zona supera entre los 40.000 y 60.000 euros. Aunque se desconocen detalles de su interior, lo cierto es que el enclave es poco accesible para cualquier mortal.
Son una piña y siempre se lo han demostrado, prueba de ello, que Miriam se trasladara al domicilio de Cari para estar a su lado. Meses después viajaban hasta la casa que Alfonso Cortina tiene en la finca de los Montes de Toledo, donde han hablado largo y tendido de todo lo que les ha cambiado la vida. Pero no han estado solas, sino en compañía de piezas fundamentales por ellas.
Hasta Suiza han viajado para despedir el año 2024 y comenzar el 2025, Antonio Matos, viudo de Caritina, y sus hijos. También Carla Goyanes y sus hijos, quienes se llevan de maravilla con el resto de sus primos y quienes han intentado despejar la mente gracias al deporte. Y es que para ninguno de ellos ha sido fácil perder a dos miembros tan queridos de una familia y encima hacerlo de manera repentina.
El verano más duro para la familia Goyanes
Recordemos que Carlos Goyanes falleció en su casa de Marbella a causa de un infarto a los 79 años, lo que dejó destrozada a su esposa y sus hijas. Semanas después era Caritina la que perdía la vida tras sentirse indispuesta. En su caso era un infarto agudo de miocardio el que provocó su muerte con tan solo 46 años, otro tremendo golpe que dejó a su familia fuera de juego.
Fue semanas después de este suceso cuando Antonio Matos, marido de Caritina, asumió otro cambio en su vida. Uno que, a su vez, estaba muy relacionado con su esposa. Nos referimos a tomar los mandos de su empresa, el catering que ella había fundado años atrás y que económicamente reportaba grandes beneficios. Por ello, decidió estudiar el proyecto para luego ser uno de los mayores responsables del mismo.
Así lo explicó él mismo en una reciente entrevista, donde hablaba de la viabilidad económica del negocio en el que siempre creyó Caritina Goyanes. "Vamos a seguir con la misma capacidad de trabajo. Somos ya una familia porque todos empezaron con Cari. Pasaba muchas horas con Ana, la cocinera y su mano derecha. Insisto en que SixSens es una segunda familia y en cuanto a la parte empresarial, la calidad-precio es un reclamo importante", apuntó.
Se mostró ilusionado y, sobre todo, dejó ver que pelearía por todo lo que había construido su mujer en vida. Por aquello que jamás quiso dejar escapar. "Cuando llega la desgracia me encuentro que, financieramente hablando, la empresa está muy saneada y no es incómoda su continuación, sino todo lo contrario. Lo importante fue transmitir tranquilidad e ilusión, y por supuesto seguirá en ese camino", explicó.