De riguroso luto y visiblemente afectada, se mostraba una vez más al lado de la familia.
El fallecimiento de Álex Lequio a los 27 años ha sido un auténtico mazazo no solo para la familia, que está totalmente rota, también para todos aquellos que compartieron momentos con el joven. Sus padres, Ana Obregón y Alessandro Lequio, le han dado el último adiós en el marco de un íntimo entierro celebrado en el cementerio de Tres Cantos, Madrid. Junto a ellos, una persona fundamental para su hijo en la última etapa de su vida, su pareja, Carolina Monje. De riguroso luto y visiblemente afectada, se mostraba una vez más al lado de la familia.
Carolina, directora de un hotel y emprendedora, llevaba casi dos años de relación con Álex. Una etapa que había coincidido con la lucha contra su enfermedad. La familia ha vivido una íntima y dolorosa despedida en la que han estado acompañados por sus allegados más íntimos, entre ellos, las hermanas de la artista, Celia y Amalia García Obregón, la mujer del italiano, María Palacios y Celia Vega, prima de Álex.
Desde que se dio a conocer la noticia del fallecimiento, el pasado 13 de mayo, Alessandro y Ana han permanecido muy unidos viviendo el que será el capítulo más duro de su vida. La expareja ha dado un ejemplo de fortaleza y unión, que una vez más, se ha visto en el Tanatorio de La Paz de Madrid donde ambos se mostraban visiblemente afectados y con el rostro descompuesto.
"Te siento muy cerca"
Desde que iniciara su relación con Álex, Carolina siempre ha destacado por su discreción. La pareja vivió un bonito romance que la joven recordó con una emotiva carta de despedida dedicada al que fue el amor de su vida. «Para mí siempre habrás ganado la batalla al más fuerte y al más luchado. Nos has dado una lección de vida a todos los que te rodeábamos, por todo lo que derrochabas; fuerza, felicidad, amor, sentido del humor, carisma, inteligencia, sabiduría, saber estar, amigo de tus amigos y lo mejor de todo, es que eres y serás el mejor novio que nadie podría desear».
Carolina ha recordado el tiempo que estuvieron juntos, el mejor de su vida: «Doy millones de gracias a la vida y a ti por haberme brindado la oportunidad de conocerte y compartir cada instante desde entonces. Nuestros amaneceres en Vivood, los paseos en Santorini, los baños helados en Laponia y nuestros atardeceres en Es Vedra. Tengo tantísimos recuerdos juntos y todos me hacen llorar de risa o de felicidad. Nuestra manera de hablar como niños pequeños, de cuidarnos, de querernos, de amarnos incondicionalmente y apoyarnos en todo», indicaba. Concluía su mensaje señalando que sabe que siempre estará a su lado: «Te siento muy cerca y sé que siempre estaremos juntos».