Cuando Aless Lequio falleció su círculo más íntimo se despidió de él. Entonces su gran amor, Carolina Monje, hizo pública una carta en la que totalmente rota le declaró su amor eterno, aunque ni mucho menos fue la única. Otras personas de su entorno quisieron rendirle su particular homenaje, aunque no todos acapararon la atención de la prensa. Hablamos del mensaje de despedida de Carmen Corazzini, la presentadora del tiempo que estuvo unida Aless durante varios meses. "Ellos salieron, se quisieron mucho, es cuando él se fue a estudiar a Estados Unidos...", se ha dicho.
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La relación sentimental terminó, según ha explicado Beatriz Cortázar, por los kilómetros que les separaban, pero eso no evitó que ella se rompiera en mil pedazos con su fallecimiento. Lo dejó claro en su último adiós, un escrito cargado de sentimiento en el que recordó a Aless como alguien único al que iba a ser incapaz de olvidar. "Me tiemblan las manos. Horas pensando si debería escribir algo o no, si debería hacerte un homenaje de esos que se hacen en estas situaciones, si no corresponde, si es lícito, si puede ofender, si no es oportuno. No lo sé. Pero me da igual todo. Es mi ínfima forma de gritarle al mundo lo injusto que ha sido por llevarte. Mi muestra de amor. Porque soltarlo me sana y porque creo te gustaría leerlo. Porque no puedo no hacerlo. Porque fuiste parte de mí durante mucho tiempo y ese trozo que se evapora me colapsa", comenzó diciendo, palabras que en su día pasaron desapercibidas y que ahora vuelven inevitablemente al presente.
Carmen Corazzini se ha colado en millones de hogares españoles gracias a su profesionalidad, pero jamás ha hablado sobre todo lo bonito que vivió con Aless. Tampoco sobre la entereza que demostró durante su enfermedad, una batalla que libró durante más de dos años. "Cuando alguien muere siempre se recuerda lo buena persona que fue. Qué banalidad. Pero tú. Joder, tú sí lo eras. Por la lechuga que te pusiste en la cabeza cuando te colaste en mi fiesta, por la pintada en el Burger King, por la filosofía griega, por tu acento absurdo, por ese dulce y extraño verano telemático. Por llamarlo resfriado. Joder, Ale", añade. El joven falleció con 27 años, pero no dejó de luchar hasta su último aliento, demostrando ser un ejemplo para todos aquellos que supieron de su problema de salud.
Cuatro
"No he conocido nunca a nadie con tu entereza. No te he visto triste nunca. Dejo esta foto porque así es como te recordamos todos, riéndonos haciendo el indio. Ahora toda mi energía se la doy a tu familia. Espero me cuentes todo lo que nos faltó por decirnos mientras duermes. Descansa. Dulces sueños", finalizó. Tres años después de este post en el que incluso mostraba una imagen de ambos, su post cobra más sentido que nunca.