Las hijas de María Teresa Campos han optado por dejar atrás la tristeza de manera temporal por un motivo muy especial.
Vídeo: Europa Press
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La familia Campos, al completo, ha vuelto a reunirse por un motivo de felicidad. La última vez que todos ellos coincidieron públicamente fue por la muerte de María Teresa Campos, pero ahora han celebrado el bautizo del primer nieto de Carmen Borrego. José María Almoguera, hijo de la colaboradora, y Paola Olmedo quisieron que su hijo recibiera las aguas bautismales el pasado 11 de noviembre en una ceremonia religiosa en San Sebastián de los Reyes. Una cita que contaba con la gran ausencia de la matriarca del clan, a quienes todos sus familiares tuvieron en sus pensamientos.
Más de dos meses después del triste fallecimiento de María Teresa, Carmen Borrego y Terelu Campos han optado por quitarse el luto. Aunque no lo han llevado consigo a nivel de vestimenta, en estas últimas semanas sí que han preferido que sus celebraciones sean las justas y que no sean muy sonadas. Sin ir más lejos, el pasado lunes, 30 de octubre, todos los miembros del clan Campos se reunieron en un conocido restaurante de Madrid por el cumpleaños de Carmen. Una cita de la que las dos hijas de la emblemática periodista dejaban constancia en sus redes sociales con rostros visiblemente apenados por la pérdida de uno de los pilares fundamentales de la familia.
El bautizo del pequeño del clan Campos ha sido la ‘excusa perfecta’ de todos sus seres queridos para dejar atrás -al menos temporalmente- la tristeza en la que estaban inmersos y disfrutar de una jornada cargada de felicidad. Aunque hace meses la relación entre los padres del bebé y el resto de miembros de la familia no era del todo buena, finalmente han conseguido limar asperezas y disfrutar de un día bueno de forma conjunta.
Si algo llamaba especialmente la atención de la cita religiosa, es que el color negro había pasado a un marcado segundo plano. Carmen Borrego se decantó por un traje camel, blusa blanca y abrigo de pelo marrón camel que combinó con unas gafas de sol negras que ocultaban una parte de su rostro. Por su parte, Terelu Campos apostó por un traje de dos piezas con estampado geométrico; y Alejandra Rubio por un vestido blanco roto largo, con abertura lateral, cuello alto y botas vaqueras a tono.
Carmen Borrego, Terelu Campos y Alejandra Rubio blindan la familia
Todas ellas no tenían reparo en hablar con los medios de comunicación presentes en el enclave mencionado a la salida del evento. Aunque eso sí, preservando en todo momento la intimidad del matrimonio y de su hijo en uno de los días más alegres de sus vidas: “Todo fenomenal es lo único que voy a decir”, insistía Carmen Borrego, dejando entrever que no está dispuesta a cometer el error por el que se distanció de José María Almoguera cuando aún era colaboradora en ‘Sálvame’.
Del mismo modo, Terelu Campos solo tuvo palabras bonitas hacia el pequeño al confesar que es “guapísimo y maravilloso”, y sin entrar en detalles sobre algunos de los momentos más destacados de la celebración. Sus pasos también eran seguidos por su hija, Alejandra Rubio, que admitía que su primo Marc es “un santo” ya que no llora ni hace ruido, y además es una verdadera monada. Sobre la reunión familiar, la joven se limitó a aclarar que es un día muy feliz para todos pero que la familia no iba a llevar a cabo más celebraciones: “Estamos comiendo un picoteo, somos unos cuantos (…) Mi abuela siempre está presente y más en un día como hoy en que nos hubiera gustado que estuviese aquí”, zanjaba.
Sin embargo, quien no pudo asistir a este breve banquete fue la madre de la colaboradora de ‘Así es la vida’. Terelu explicó que había estado lidiando con el coronavirus y que, aunque sus pruebas eran negativas, el cansancio persistía y la obligaba a regresar a casa de manera anticipada. Los síntomas de la afección comenzaron a llegar a la vida de la protagonista de ‘Sálvese quien pueda’ días antes del bautizo, y aunque en un primer momento creyó que se trataba de un resfriado en común, con el paso de los días no mejoraba y tuvo que cancelar sus compromisos profesionales, y limitar algunos personales.