El príncipe Carlos Felipe de Suecia es un consumado piloto de carreras. Desde hace años suele participar en diversas carreras y este fin de semana ha vuelto a demostrar sus dotes al volante en la Porsche Carrera Cup Scandinavia. Entre los espectadores no faltaron su esposa, Sofía, y sus dos hijos, Alexander y Gabriel.
Un día en las carreras
La cita tuvo lugar en el Gelleråsen Arena, en la localidad sueca de Karlskoga. El hijo de los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia presume de algo más que afición por el automovilismo, y quizás de no ser por su condición de miembro de la realeza, incluso podría haberlo convertido en su profesión.
Victoria y Sofía de Suecia, duelo de estilo en una gala musical.
Carlos Felipe posa con su mujer y sus dos hijos.
Sofía y sus hijos, espectadores de excepción
Su mujer, Sofía Hellqvist, siempre le ha apoyado en esta faceta. Así lo demostró en esta ocasión, acudiendo a verle no solo ella, sino acompañada por los dos hijos del matrimonio. Los príncipes Alexander, de 3 años; y Gabriel, que cumplirá 2 el próximo 31 de agosto. Los pequeños estaban encantados con toda la animación del circuito, y Carlos Felipe estuvo un momento con ellos antes de meterse en su coche.
Carlos Felipe y Sofía, un amor de película.
Un piloto real
Esta carrera se celebra desde 2004 y el príncipe participó por primera vez en 2008. Una vez enfundado con el mono reglamentario y luciendo gafas de sol antes de la carrera, Carlos Felipe, de 40 años, mostraba una estampa de lo más atractiva.
Había anunciado que no competiría este año
Pese a su reconocida pasión por el motor, su aparición en esta carrera sorprendió en cierto modo. Y es que el pasado febrero hacía un anuncio muy especial en sus redes sociales: "En 2019 centraré mi tiempo en mi familia y pensaré ya en 2020 cuando se trate de competir".
Para centrarse en su familia
No hay duda de que Carlos Felipe de Suecia es un enamorado de su familia. Desde que Sofía Hellqvist llegó a su vida, y pese a las polémicas originadas por el pasado como modelo erótica de la joven, él siempre defendió su amor. La pareja se casó en 2015 y en estos cuatro años ya han sido padres de dos preciosos hijos.
Muy orgulloso ante su automóvil Bernadotte
El príncipe posó así de orgulloso ante su automóvil, un Porsche 911 con las letras de su apellido, Bernadotte, en la luna delantera. Según su perfil oficial como piloto, Carlos Felipe ha corrido 138 veces y ha ganado en 8 ocasiones. En 2010 tiene el récord de carreras, con un total de 21, si bien este año solo ha sumado dos. Su mejor año fue 2012, en el que con solo 9 carreras cosechó 3 triunfos. Además, en 2013 creó la Copa de Carrera Príncipe Carlos Felipe enfocada a los jóvenes conductores de karts.
Alexander, un querubín
La princesa Sofía se ocupó de sus hijos y los entretuvo recorriendo el circuito y disfrutando del ambiente y algunas curiosidades. En cuanto vieron un helicóptero, no pudieron evitar subirse a inspeccionar... Alexander es una ricura con su pelo largo y rubio.
Otro 'piloto' a los mandos
E incluso se atrevió a 'pilotar' él mismo la aeronave. Naturalmente, su madre no le perdió ojo en todo momento.
El benjamín, Gabriel, un calco de su madre
Siguiendo la carrera
Sofía y los niños no podían ocultar la emoción en sus rostros al ver competir a Carlos Felipe. El hermano de Victoria de Suecia no realizó un buen papel sobre la pista, pero lo importante al fin y al cabo era participar. El joven no es el primero de la Casa Real sueca en deslizarse por estos territorios. Su tío abuelo y padrino, el príncipe Bertil, ya compitió como piloto de carreras en los años 30 del siglo XX con el pseudónimo de Monsieur Adrian. Y su propio padre, el Rey Carlos Gustavo, es un declarado aficionado a la velocidad.
Más tiempo en familia
Sofía y sus hijos pasaron una jornada entre motores. Al ritmo que van podría ser más que probable que se decidan a aumentar la familia hasta convertirla en numerosa. La princesa tiene 34 años y un innegable instinto maternal, que comparte con su marido. Si ahora Carlos Felipe ha decidido 'echar un poco el freno' para pasar más tiempo con ellos, mejor que mejor.