Britney Spears no quiere caer en errores del pasado y ha aprendido de anteriores varapalos. La cantante cree que Sam Asghari, el hombre al que ha jurado amor eterno tras seis años de relación es distinto a sus exmaridos y también a su propio padre, que la ha exprimido con una injusta tutela durante 13 años. Sin embargo, esta vez se ha querido curar en salud y ha firmado un acuerdo prenupcial para proteger su ingente fortuna ante un posible divorcio, lo que demuestra que ahora sabe cómo defenderse de posibles reveses que la vida le puede propinar, que es fuerte y que no necesita que nadie vele por sus intereses, pues ella es independiente y sabe cómo protegerse.
Tal y como ha publicado la revista ‘People’, antes del intercambio de alianzas en la casa que Britney Spears tiene en Los Ángeles el pasado 9 de junio, la pareja firmó un acuerdo prematrimonial en el que se establecía las bases económicas de un posible divorcio. En él se establece que el marido de la cantante, de llegar el caso de una ruptura, no recibiría una compensación económica. Una sabia decisión teniendo en cuenta lo caros que le han supuesto a la artista sus anteriores pasos por la vicaría. La experiencia da sabiduría y con esta decisión Britney Spears ha protegido sus propiedades y su fortuna generadas antes de este nuevo matrimonio. Pero el propio Sam quiso confirmar antes del enlace este punto y lo hizo con mucho humor, dejando claro que el dinero de la cantante no es lo que buscaba: “Claro que firmaremos un acuerdo prenupcial para proteger mi coche y mi colección de zapatos en caso de que me eche algún día”, bromeaba.El año pasado, la fortuna de Britney Spears fue valorada en 53 millones de euros por la revista ‘Forbes’. Pero sobre la mesa tiene una oferta que le ha realizado Simon & Schuster para escribir un libro de memorias en el que narre el calvario vivido bajo la tutela de su padre durante 13 años, así como los capítulos más oscuros de su vida marcados por el abuso de drogas y los escándalos en los que se ha visto salpicada. Y no son pocos. Este libro le generaría 15 millones de dólares y eso a parte de las ventas. Un acuerdo que se habría firmado ya antes de la boda, por lo que también se quedaría fuera del alcance de su nuevo marido.
Una preciosa boda de lo más polémica
Unas horas antes de que comenzase el enlace que uniría en matrimonio a Britney Spears con Sam Asghari, la policía recibió una llamada de alarma. Se les requería en el domicilio de la cantante, donde su exmarido había cometido un delito de allanamiento de morada y se negaba a marcharse porque quería boicotear la boda. Fue grabando cada estancia de la vivienda y narrando su fechoría, diciendo que él era el marido legítimo de la cantante, aunque tan solo estuvieron casados 55 horas y ella alegó para disolver su unión que “no era consciente de sus acciones”. Fue detenido y se enfrenta al menos a un delito, aunque podrían ser más. El más grave, quizá el que menos repercusión judicial tenga, el haber tratado de restar la magia a unos de los días más emocionantes para su ex, que cumplía un sueño, aunque gran parte de su familia no estuviese allí como testigo, pues su relación ahora no es muy buena.