Brad Pitt ha iniciado acciones legales contra su ex esposa, Angelina Jolie. El actor la acusa de haber vendido sin su consentimiento su parte de la villa que comparten en Francia, el Château Miraval.
El ganador del Oscar a mejor actor de reparto alega que, en su momento, acordó con Jolie que ninguno de los dos vendería su parte del viñedo, que además fue el lugar que les vio casarse en el año 2014.
Angelina, que parecía no querer tener ningún vínculo con su ex marido, decidió vender su parte del terreno al empresario ruso Yuri Shefler, sin consultárselo antes a Brad Pitt. Y eso es justo lo que afirman los documentos presentados en el Tribunal Superior de Los Ángeles: "Jolie consumó la supuesta venta sin el consentimiento de Pitt, negándole a este el derecho de consentimiento que el debía".
"Ella vendió su parte con el conocimiento y la intención de que Yuri Shefler y sus afiliados controlaran el negocio al que se había dedicado Pitt y debilitar su inversión", explican los abogados de Pitt.
El Château Miraval
La finca Miraval, valorada en 164 millones de dólares, se encuentra ubicada en el pueblo de Correns, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, al sureste de Francia. La mansión tiene 35 habitaciones y está rodeada de verdes y extensos jardines, adornados con fuentes, acueductos, estanques, un viñedo y una capilla. Brad Pitt asegura que ha invertido mucho dinero e ilusión en esta propiedad.
El actor de El club de la lucha consiguió convertir el viñedo en un negocio multimillonario, y en uno de los principales productores de vino rosado del mundo. Mientras que él invertía gran parte de su capital en este negocio y en la finca, Jolie, según los documentos judiciales, dejó de hacerlo ya en el año 2013. Haciendo un reparto en cifras, se estima que a Brad Pitt le pertenecía un 70% del Château Miraval, mientras que a Angelina solo le correspondía el 30% restante.
Jolie y Pitt se compraron la finca en el año 2008, cuando llevaban tres años de relación, por 28'4 millones de dólares. Su idea era criar a sus hijos allí y montar un negocio familiar relacionado con el vino. El Château Miraval no solo ha visto crecer a los seis hijos que comparten Angelina Jolie y Brad Pitt, sino que también ha visto cómo la pareja se unía en sagrado matrimonio y cómo, tristemente, se divorciaban en el año 2019, aunque iniciaron los trámites en 2016.
En enero de 2021, Jolie informó a su ex marido por escrito de que había decidido desvincularse de la finca, ya que era un sitio en el que se desarrollaba un negocio basado en el alcohol, y que esto iba totalmente en contra de sus principios. Ella lamenta que su idea era envejecer juntos en la propiedad, y no participar en las actividades que se estaban desarrollando allí.
Entonces, en octubre de ese mismo año, los vinos Tenute del Mondo, controlados por el empresario Yuri Shefler, compraron la parte de la finca de Jolie, que entonces estaba repartida equitativamente. Es decir, el negocio de Shefler se hizo con el 50% del viñedo.
De acuerdo con la demanda interpuesta por Pitt, la venta de la parte de Jolie priva al actor de su derecho a disfrutar de su propiedad privada y a supervisar el negocio que levantó él solo de cero.
Fuentes cercanas a Pitt no dudan en entrar al trapo: "Angelina ha violado los derechos de la única persona que invirtió dinero y sudor en el éxito del negocio, y ha pretendido vender tanto el negocio como la casa familiar a un competidor ajeno". "Pretende recuperar una inversión que ni siquiera hizo y unos beneficios que no obtuvo", así, el entorno del actor dibuja a la actriz como alguien ávido de dinero.
En cuanto a los amigos y familiares de ella, aseguran que la actriz simplemente quiere desvincularse por completo de su ex marido, y que no quiere tener nada que ver con él. Y si eso implica vender su parte de la finca, es lo que va a hacer.
Rivalidad permanente
Casi tres años han pasado desde que Brangelina (así llamaban a la pareja sus seguidores) se rompió. No obstante, lejos de rehacer sus vidas sin mirar al pasado, la ex pareja está envuelta en una constante espiral de peleas y enfrentamientos, la mayoría de ellos por la custodia de sus hijos y por su patrimonio. Han llevado la mayoría de sus asuntos a los tribunales, pues están siendo incapaces de resolverlos por ellos mismos, algo que da muestra de la frialdad con la que terminó la relación.
Brad Pitt fue investigado en septiembre de 2016 por maltrato infantil a uno de sus hijos, tras un incidente en un avión donde los testigos lo describían como "verbalmente y físicamente abusivo". Aunque fue absuelto de cualquier delito, estos hechos no sentaron muy bien a Angelina, que está intentando por todos los medios tener a sus hijos a salvo bajo su custodia.