Desde comienzos de agosto no se habla de otra cosa. La última novedad del caso en España estaba relacionada con la pareja del chef. En concreto, dónde se esconde la novia de Daniel Sancho, aunque ni mucho menos es lo único que sabe. Este caso que ha sacudido el mundo, vuelve a dar un giro radical, eso sí, esta vez por un asunto de corrupción que implica a Big Joke. El número dos de la policía tailandesa está siendo investigado por un supuesto soborno de unos 3,65 millones de euros, tal y como se ha revelado este lunes 25 de septiembre. De hecho, la casa de Surachate Hakparn en Bangkok (Tailandia) ha sido registrada en busca de pruebas relacionadas con el supuesto soborno que habría recibido de un grupo ilegal de apuestas en Internet, según el medio Thai PBS.
La casa de Big Joke, registrada por otros compañeros de la policía
Con este giro de 180 grados, la persona que supervisaba todas las pesquisas del caso de Daniel Sancho y la muerte del cirujano colombiano Edwin Arrieta se tambalea. Aunque por el momento no pesa sobre él una orden de arresto, sí contra 30 de sus policías debido al presunto soborno que habrían recibido de manos del antiguo presidente del club de fútbol tailandés Lamphun Warriors. Mientras él no ha dado demasiados detalles, no ha podido evitar copar titulares por un tema de soborno que podría manchar su carrera.
Con una trayectoria en la policía que muchos envidian, Big Joke se convirtió con tan solo 24 años en subinspector, con 38 en súper intendente y con 45 general mayor. Fue en 2019 cuando se apartó del cuerpo de su país al ser su coche tiroteado y meses después cuando pasó a ser un monje budista en la India. Dos años más tarde, en 2021 pasó a ser asesor especial y a los 54 años un oficial con una increíble repercusión en los medios. Tanto es así que muchos le conocen por ser la cara visible del caso del nieto de Sancho Gracia y por incluso darle consejos de cara a su juicio.
Big Joke ha ofrecido varias ruedas de prensa para tratar de arrojar luz sobre la posible culpabilidad de Daniel Sancho, quien permanece en la cárcel de Koh Samui. Le ha recomendado que se declare culpable para que no empeore su situación legal, aunque se desconoce cuál será su decisión cuando se inicie su proceso legal. Ahora es él, Big Joke, quien se convierte en el absoluto protagonista de su país. Eso sí, no solo su casa ha sido registrada, también otros seis recintos de otras provincias del país del sudeste asiático. Se han requisado documentos y quien está cerca de él asegura que "está tranquilo".
Big Joke: "No van a encontrar nada"
Otro detalle que ha trascendido es que este policía ha tratado de evitar que los agentes entraran en su casa, un deseo que obviamente no ha sido satisfecho. El número 1 de la policía se ha personado allí para explicarle lo sucedido y él se ha limitado a mandar un mensaje optimista y que podía dejar entrever que no tiene nada que esconder. "La ciberpolícía hace su trabajo y estamos cooperando (...) Que se busquen prueban hasta en casa del número del cuerpo de policía demuestra nuestra transparencia. No van a encontrar nada", decía Big Joke.
Cabe señalar que el popular agente había dado a lo largo de su carrera más de un golpe a casinos, lo cual desembocaba en muchas detenciones. Aunque estaba enfocado en los casinos presenciales, ahora ha sido una casa de apuestas online la que le ha puesto en el punto de mira.