Todos la conocemos por Junco, aunque su nombre real no sea ese. En realidad, pocas personas saben cuál es su verdadero nombre. Discreta, tranquila y siempre en un segundo plano, la mujer que acompaña desde hace años a Bernardo Pantoja hace honor a su apelativo en castellano. Porque, igual que la planta silvestre, el corazón de esta mujer parece estar hecho de tallos rectos, largos, finos y flexibles. Nacida en Japón, esta bailarina llegó a la vida del hermano de Isabel Pantoja hace dos décadas. Se conocieron haciendo El Rocío. Apasionada por nuestra cultura, ella se había instalado en Sevilla para dar clases de baile flamenco.
De su historia de amor tampoco se conocen grandes detalles. No se sabe si lo suyo se cuajó poquito a poquito, o por el contrario fue un flechazo. De lo que no cabe duda es que ella ha sido la fiel compañera del andaluz. Ha estado a su lado en las buenas y en las no tan buenas. El padre de Anabel Pantoja, enfermo de diabetes, ha contado con su incondicional apoyo en todos y cada uno de los reveses que le ha hecho pasar su enfermedad. El momento más duro tuvo lugar en agosto de 2017, cuando le tuvieron que amputar un pie a la altura del tobillo en el Hospital Vírgen del Rocío de Sevilla.
Junco, que formalizó su relación con Bernardo Pantoja en 2018, está al pie del cañón en el día a día en la vida de su pareja. Él, pensionista, recibe escasos recursos económicos. Vive de lo que recibe por su jubilación, de la ayuda que le ofrece su hija de manera periódica y del dinero que gana Junco como costurera y diseñadora de trajes de sevillanas y complementos para su país natal, como mascarillas de estampados llamativos.
No se ha separado de él en ningún momento. Y ha sido su principal apoyo tras su reciente ingreso, que hizo temer por su vida. Por suerte, Bernardo Pantoja está estable y pronto podrá regresar a casa. Si todo sale según la previsión de los médicos que lo atienden, podría recibir el alta hospitalaria el próximo lunes.
De ahora en adelante, Bernardo Pantoja se enfrenta a un periodo de recuperación, pero su vida no corre peligro. Junto a él han estado en todo momento su pareja y su hija Anabel, que no lo han dejado solo en ningún momento.
Anabel Pantoja: "Hablo todos los días por WhatsApp con Junco"
"Me encanta para él. Ahora hablo todos los días por WhatsApp con Junco. No entiendo de dónde sale que no me llevo bien con ella o que ella no se lleva bien conmigo. Está día a día con mi padre. Solo puedo agradecerle eso. Mi padre es de: “Cuídate, dónde estás, qué vas a hacer…” y eso me agobia, pero no quiere decir que no se preocupe" ,revelaba la colaboradora a sus compañeros de 'Sálvame' en 2019. Anabel procura no hablar públicamente de su padre, ni de la pareja de este, pero cuando toca hacerlo lo hace. «Siempre se cuestiona la relación con mi padre, pero hablo con él dos veces a la semana. Hay veces que me agobia porque me pregunta mucho dónde estoy o qué hago», recordaba en televisión poco después de la intervención de Bernardo.
Hace apenas 24 horas hemos recibido buenas noticias del hermano de la tonadillera. Han llegado buenas noticias desde el hospital donde se encuentra. Y es que tal y como aseguran los médicos, hay una «leve mejoría» en su estado de salud. El sevillano ya come solo, ya hace bromas y poco a poco va saliendo de este bache. Lo mejor de todo es que ya hay fecha para que reciba el alta médica. Será el próximo lunes cuando pueda regresar a casa.
Ante la mejoría de Bernardo, la familia respira tranquila de nuevo. Han quedado atrás los momentos de preocupación. Hace unos días, su sobrino Kiko Rivera se trasladaba al centro sanitario para verlo. Incluso sus hermanos, Agustín Pantoja e Isabel, rompían su habitual ostracismo en Cantora para hablar con él a través de videollamada. Los dos se plantearon incluso salir de la finca donde residen en Medina Sidonia para ir a visitarlo al hospital. Un gesto que Bernardo ha agradecido enormemente. Aunque apenas tiene relación con sus hermanos, ha recibido con enorme alegría la llamada de ambos y su intención de que vayan a ir a verlo pronto. Ahora que se sabe pronto regresará a casa, quizás estos se animen a hacerle una visita al hogar que comparte con Junco, su fiel compañera desde hace 20 años.