Para muchos es una auténtica desconocida, pero no para los más de dos millones de seguidores que acumula en 'TikTok'. Esperansa Grasia, su nombre artístico, es la última invitada de 'Martínez y hermanos', el programa de Cuatro que presenta Dani Martínez, pareja de la actriz Irene Arcos. La joven valenciana dio el 'pelotazo' hace unos años, coincidiendo con la pandemia. Desde entonces, su auge en las redes sociales ha sido imparable. Te contamos todo sobre ella.
La clave del éxito de Esperansa Grasia: una comparativa de culturas que convence
Su nombre real es Gema Palacio, una joven originaria de Lliria, Valencia, que se hizo conocida después de compartir en su perfil oficial de TikTok una serie de vídeos cómicos en la que comparaba la vida cotidiana de España y Estados Unidos. Esto al tiempo que interpretaba varios papeles con una gracia, desparpajo y humor que ha cautivado al gran público. Ella es la encargada de dar vida a todos los personajes que aparecen en sus parodias. Los más conocidos, Ashley, Juanjo y la madre a la española, la memorable Consuelo. Una especie de 'Juan Palomo' (ella se lo guisa y ella se lo come...) que ha logrado catapultar a la valenciana dentro de un mundo tan competitivo como es el de las redes sociales.
De la noche a la mañana, la ahora reconocida Esperansa Grasia pasó del más absoluto de los anonimatos a ser una estrella en el universo 4.0. dentro y fuera de nuestras fronteras. A sus más de dos millones de seguidores en TikTok, una cifra nada despreciable, hay que sumar los que acumula en Instagram: cerca de los 900 mil. Entre ellos, muchos rostros conocidos como Pilar Rubio o Marta López Álamo, quien recientemente confesó la enfermedad que le acaban de diagnosticar. Famosos y anónimos que no dudan en avalar su contenido con sus reproducciones y 'me gusta'. Prueba de ello, los 23 millones de reproducciones que ha logrado acumular en uno de sus vídeos de 'TikTok'.
Froilán, el amor platónico de Gema Palacio con el que decoraba sus carpetas
A sus 23 años, Gema Palacio o Esperansa Grasia, lo mismo da, comenzó su meteórica carrera como 'tiktokera' coincidiendo con la pandemia del Coronavirus. Su nombre artístico lo rescató de la icónica astróloga Esperanza Gracia, después de ver un anuncio suyo en Telecinco. Comenzó compartiendo contenido variado, siempre en clave de humor, hasta que se viralizó uno en particular en que comparaba la cultura estadounidense y la española. "A los cinco días de subirlo, mi móvil no paraba de sonar. Era porque había dado un petardazo", explicó en una entrevista para 'Playztrends'. La joven no desaprovechó el momento y, viendo la acogida que había obtenido el vídeo en cuestión, se centró en explotarlo. El resto es historia.
Por la originalidad de su contenido, el año pasó se alzó con el premio 'TikTok a la comedia del año'. En otras palabras, Esperansa Grasia es un ídolo de masas, pero, antes de aquello, fue una chica "normal", con su "amor platónico", que no fue otro que Felipe Juan Froilán de Marichalar y Borbón. Así lo explicó en 'A las bravas', de Cadena Ser. "De pequeña mis amigas tenían fotos de One Direction y yo tenía a Froilán. Es que no sé por qué. Tenía una obsesión ¿Quién era Justin Bieber? Mis carpetas tenían las fotos de Froilán", explicó la joven con toda la normalidad del caso, evidenciando que el hijo de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar también despierta pasiones.
En esta misma entrevista, Gema Palacio demostró que la fama no la ha cambiado. Continúa viviendo en Benaguasil, donde reside su familia y donde se ha independizado para estar cerca de los suyos. Está muy unida a su hermano, que la ayuda a crear el contenido que vuelca en redes sociales. "Yo estoy muy bien allí. Yo me levanto y me voy a andar por el monte. Me agobio con la gente de otros pueblos que pasan por mi calle", aseguró. Paradójicamente, no le gustan las multitudes y sueña con, algún día, estar detrás de las cámaras y no delante como protagonista indiscutible.
En 2022 participó en su primera obra, 'La luz fantasma', con una gran acogida de público y crítica. Un proyecto en el que pudo comprobar de primera mano lo complicado que es a veces el mundo actoral, los actores y sus egos. "Me he dado cuenta de la importancia del ego, que hay que tenerlo. Pero lo utilizaban hasta para comunicarse. Yo los observaba y veía cómo querían unos demostrar que sabían más que otros", sentenció en 'A las bravas'.