Miri Pérez-Cabrero (30 años) ya ha vuelto de su paso por ‘Supervivientes 2024’. Después de que el pasado domingo fuera una de las últimas expulsadas, quedándose a las puertas de la gran final tras más de tres meses de duro concurso en el que la influencer no ha podido demostrar mejor que en eso de sobrevivir, es una más que digna contrincante.
La concursante no solo ha demostrado su gran capacidad de resistencia y su admirable fuerza física —trabajada durante muchísimas horas previas de entrenamiento de músculo y mente— también ha revelado saber vivir con la mayor intensidad posible cada instante vivido en los Cayos Cochinos.
La vuelta a la realidad de Miri Pérez y su deterioro físico
Así lo destacaba el propio presentador del formato, Jorge Javier Vázquez, al ver las enormes heridas y cicatrices que revelaban la curtida y magullada piel de sus manos y piernas. Unas marcas que no solo han sido dolorosas para la superviviente, también han sido las secuelas del enorme esfuerzo que le ha supuesto para Miri salir victoriosa de cada prueba semanal.
Tampoco ha sido nada baladí la pesca concienzuda con sus propias manos y por el bien de todos sus compañeros que en este caso le han ocasionado las llamativas llagas en sus extremidades: “Poco se habla, que soy la única mujer que ha cogido centollos”, decía orgullosa al presentador.
Unas secuelas que la concursante ha mostrado con satisfacción, pues son el símbolo de muchas semanas de supervivencia exitosa, algo que el presentador enseñó a la audiencia, mostrándoles el antes y el después que ha sufrido Miri Pérez-Cabrero debido a su durísimo paso por el ‘reality’.
La cocinera no solo ha cambiado su color de piel por uno de lo más tostado tras horas y horas bajo el abrasador sol de Honduras, su cuerpo revelaba sin pudor claros inicios de desnutrición dónde la falta de alimento se habría encargado de arrebatarle todos los kilos que ha perdido durante su estancia en la isla.
El gran cambio de Miri Pérez a través de su estancia en ‘Supervivientes 2024’
“Yo no he ganado, pero he ganado a Miri dentro de 'Supervivientes'. Me fui siendo superinsegura, que no se ha visto allí porque he sacado mi seguridad, pero había momentos que me sentía muy sola y yo no sabía estarlo”, revelaba la concursante al presentador durante su entrevista. En una reflexión de lo más profunda en la que hacía balance de todo lo fuerte que se habría hecho durante su paso en solitario por la isla, que ha sido su gran maestra.
Y es que si hay algo que desde luego no necesita Miri a su vuelta de España es paliar toda esta soledad de golpe, así lo ha explicado ella misma a través de sus ‘stories’ de Instagram: “Es fuerte que me agobie ver a gente. O sea, sales de la isla tan aislado que claro, el momento empezar a ver a gente y hablar… Explicar, aún me cuesta un poco, pero bueno, poco a poco” relataba la superviviente de la nueva “fobia social” que habría desarrollado a su vuelta de Honduras.
Tanto es así, que Miri habría decidido alejarse durante unos días del bullicio de la gran ciudad, resguardándose en un pueblecito de la Costa Brava, dónde su padre, el escultor Eduardo Pérez Cabrero ha adquirido una casa al lado del mar recientemente.
Así es la entrañable casa en Begur en la que Miri Pérez se recupera a su vuelta de 'Supervivientes 2024' junto a su padre
Tan recientemente que tras su paso obligado por el plató de ‘Supervivientes’ en Madrid, la influencer habría decidido pegarse unos merecidos días de desconexión con la única compañía de su padre en esta entrañable casa de la playa: “Estamos que acabamos de llegar a Begur. Begur es un pueblito de la Costa Brava que es monísimo y en el que papá tiene un pequeño pisito-casita aquí. Nos vamos a venir un par de días, los dos solos a descansar y a huir un poco del mundo mundano. Mirar que pueblo más mono, por favor, os voy a enseñar la casita. Qué guay, me apetece un montón, ponernos una peli y estar tranquilos y en paz, disfrutando el uno del otro”, relataba a la cámara de su móvil completamente agotada del frenesí de los focos.
La casa está decorada en clave rústica al más puro estilo bohemio de las viviendas colindantes al mar
La casa cuenta con un entrañable comedor donde Miri Pérez podrá relajarse y hacer el plan que más desea hacer con su padre, ver películas en la comodidad de un sofá
La vivienda tiene una pequeña cocinita dónde Miri tendrá que recuperar poco a poco el hábito perdido, el de comer al menos tres veces al día
La vivienda cuenta con tres estancias
Un dormitorio principal y otras dos habitaciones adecuadas para las visitas de Miri y su hermana, que tiene un hijo pequeño
La casa cuenta con un espacioso patio interior en el que poder pasar las altas temperaturas estivales
La predilección de Miri y su padre por la naturaleza, presente en la cantidad de plantas distribuidas por toda la vivienda
La decoración cuenta con las propias obras del escultor
La casa está dividida en tres plantas muy acogedoras divididas por dos tramos de escaleras sin barandilla