Anna Ferrer Padilla atraviesa una de las mejores etapas de su vida. En el terreno profesional no para de trabajar y de recibir buenas noticias, y en el personal, más de lo mismo. La hija de Paz Padilla está feliz al lado de su novio, Mario, al que ya no esconde en las redes sociales. Están siendo unos meses increíbles para ellos y la relación marcha viento en popa. Él no es una personaje conocido y prefiere seguir manteniendo su vida al margen de la vida pública. Aún así, vamos conociendo poco a poco más detalles sobre cómo es él.En una ronda de preguntas y respuestas, le han preguntado a la joven que cómo es Mario, al que no han conocido al 100%. Anna Ferrer, que no puede ser más feliz, se ha enfocado en destacar cómo es él cuando están juntos, cuando nadie los ve: "Me voy a poner poner un poco ñoña venga... Mario es la persona más buena y más noble que conozco. Me cuida como nadie, me cuenta cuentos cuando no me puedo dormir, me prepara la cena cuando llego cansada, me anima cuando estoy triste y me enseña cosas sobre arte e historia cuando viajamos", ha empezado diciendo orgullosa de su chica.
La joven ha destacado qué es lo que más le gusta de su chico
Pero no solo eso. Anna Ferrer ha querido hacer público los ratitos que tienen de relax y desconexión: "Hablamos de mil temas, nos reímos todo el rato, nos hablamos con mucho respeto y nos contamos cómo nos sentimos. Y por último, pero más importante: me siento muy en paz con él. ¿Me he pasado?", termina diciendo junto a una foto en la que aparece mirándose durante el último viaje que han hecho a Islandia.Mario Cristóbal se dedica a un sector muy diferente al que se dedica Anna Ferrer, pero han conseguido encontrar el punto de equilibrio para ayudarse el uno al otro. Y esto lo ha querido destacar también la joven: "Mi chico es diseñador de producto. No os voy a negar que me estoy aprovechando un poquito para No ni na jejeje De hecho, esta sudadera la hizo él", ha desvelado agradecida.
Ha trabajado incluso en algún proyecto para su marca
Ana y él se lo pasan en grande, tienen un humor parecido y una forma de ver la vida que les ha acercado a nivel sentimental. Se encuentran bien con el otro, prueba de ello, que compartan mucho tiempo juntos y duerman en la casa que Anna tiene alquilada en Madrid. Numerosas citas, planes y miradas cómplices dejan ver lo bien que marcha todo entre ellos. Tras su ruptura con Iván, Anna Ferrer vuelve a sentir mariposas, eso sí, quiere ir despacio y prefiere no apresurarse, por lo que no ha dado demasiados datos de su estado actual. Anna Ferrer, al igual que su madre, se ha abierto de nuevo al amor.