El día más especial para Javier García-Obregón y Eugenia Gil ha llegado. La joven pareja (él tiene 27 años y ella, 28) se ha dado el 'sí, quiero' en una ceremonia a la que ha asistido el clan García-Obregón al completo. Ana Obregón, tía del novio, era una de las invitadas más esperadas al enlace que ha tenido lugar en la Iglesia de San Fermín de los Navarros, en el céntrico barrio madrileño de Chamberí.
Hasta ahí se ha desplazado la actriz, quien ha protagonizado una divertida anécdota con la madre del novio, Paloma Lago, que ha lucido uno de los mejores looks de la boda. La coincidencia ha querido que ambas mujeres se hayan decantado por sendos vestidos que, aunque completamente diferentes, eran del mismo exacto color azul aguamarina. Pero este no ha sido el único detalle que ha trascendido de la esperada cita y que ha tenido a todos los invitados en vilo durante 45 minutos.
La boda del torero Juan Ortega y Carmen Otte que ha marcado un antes y un después
Desde el polémico plantón del torero Juan Ortega a Carmen Otte Alba, las bodas ya no son lo que eran. El desconocido diestro para el común de los mortales (no, en cambio, para los aficionados a los toros) saltaba a la palestra el año pasado después de darse a la fuga cuando apenas faltaban unas horas para la celebración de su enlace por todo lo alto con su novia. Con los invitados ya en la iglesia, entre ellos Juan del Val, y su futura mujer vestida y maquillada para la ocasión, Juan Ortega rompió con todos los pronósticos y canceló la ceremonia 'in extremis' sin dar mayores explicaciones.
Por supuesto, la noticia copó un sinfín de titulares por lo sorprendente y lo repentino de su decisión, que dejó a Carmen Otte Alba destrozada, como no podía ser de otra manera. Ni los familiares del torero, ni los de su chica, ni tampoco los amigos de ambos daban crédito a este movimiento insólito de Juan Ortega después de 14 años de, 'a priori', sólida relación con Carmen y convivencia en el mismo domicilio sevillano. La boda de Javier García-Obregón y Eugenia Gil ha tenido un momento de tensión que, inevitablemente, ha remitido a este pasaje de la actualidad rosa que, sin duda, convirtió el no matrimonio del torero y su novia en la comidilla de todos los enlaces que se produjeron 'a posteriori'.
La tardanza de Eugenial Gil que ha mantenido a todos los invitados a su boda en vilo
El odioso símil que, valga el apunte, no ha sido más que eso, se ha producido porque la novia se ha hecho esperar. Y mucho. En total, 45 minutos que se han hecho eternos. No solo para el novio y su madre, Paloma Lago, sino también para el resto de invitados y personas ahí presentes que no entendían por qué Eugenia Gil no se personaba en la Iglesia. Tanto ha sido el revuelo formado que el párroco encargado de oficiar la ceremonia no ha podido evitar mostrar su descontento con la tardanza de la novia.
Estaba previsto que Eugenia hiciera su entrada triunfal en el templo a las 12:00. Por supuesto, la tradición manda que la futura esposa se haga de rogar, pero ha sido tanto el tiempo transcurrido entre lo que se esperaba y lo que ha resultado que el nerviosismo se ha adueñado de la Iglesia. Javier García-Obregón ha mantenido estoico durante casi una hora frente del altar, acompañado de Paloma Lago, que no se ha separado de su lado.
Madre e hijo no paraban de girarse hacia la puerta del templo madrileño en busca de Eugenia Gil que las 12:30 seguía sin llegar. La tardanza de la novia ha sido tal que, junto antes de, por fin, presentarse para dar inicio a la celebración de su boda, han aparecido los autobuses contratados para trasladar a los invitados a la finca de Alcalá de Henares, a las afueras de Madrid. Ahí es donde, pasado el susto, se ha celebrado el banquete y la posterior fiesta.
El motivo de la tardanza de la novia a la fuga que, finalmente, ha quedado en nada
"El párroco estaba un poco tenso porque a la 12 y 45 Eugenia Gil no había llegado. Al parecer, la novia se lo ha tomado con calma. A las 12:10 todavía se estaba vistiendo en el hotel donde ha pasado la noche. Debido a esta tardanza, han tenido que recortar las lecturas que estaban preparadas. Como ha dicho la propia Eugenia, lo bueno se hace esperar", han explicado desde el programa 'Fiesta'.