En los últimos días, Ana Obregón ha disfrutado de unos días de relax y desconexión junto a su mejor amiga, Susana Uribarri. Recientemente, la representante de la actriz tomaba un avión rumbo al continente americano para reencontrarse con ella en Miami. Allí han podido pasear y salir juntas, tal y como se ve en las redes sociales de la madrileña. Lo han pasado de maravilla en terrazas, centros comerciales y los lugares más VIP de la ciudad, ajenas a las polémicas que se han desatado tras conocerse la noticia de su maternidad.
"Qué ilusión me ha hecho la visita de mi amiga del alma, Susana Uribarri, su guapísima hija Caru", escribe Ana en las redes sociales. "Reconozco que les ha costado arrancarme de casa y dejar a mi princesa por unas horas. Siempre juntas. Os quiero muchísimo". Para Ana, la visita de Susana ha sido un bálsamo tras la polémica que ha desatado su maternidad. "Por cierto, he dejado después de tres años mi luto, solamente blanco y negro, porque mi corazón así lo sentía. Ahora ha llegado Anita y con ella ha traído todos los colores del arco iris a mi vida", destaca Ana.
En una de sus recientes salidas, a Ana le han preguntado si ya está pensando en darle un hermanito a la pequeña Ana, y ella no ha dudado en responder con la mayor naturalidad del mundo que no descarta tener más descendencia: "Vamos a ver, poco a poco, poco a poco". Ana vive días de felicidad, más aún tras haber recibido la visita de su íntima amiga y representante, Susana Uribarri. La presentadora y su mánager se han dejado ver paseando con coloridos vestidos por las zonas más cool de Miami. Eso sí, han dejado claro que estaban tomando un descanso después de haber estado todo el día junto a la bebé.
La recién nacida se llama Ana, pero la bióloga ya le ha puesto varios apodos: desde Anita a Anita Jr. o incluso Bella. "Legalmente es mi hija, pero genéticamente es la hija de Aless. Así que no sé cómo me llamará. Bela, como llamaba mi hijo a su abuela", ha destacado. Ana Obregón no ha explicado aún cuándo regresará a nuestro país con la pequeña. Es consciente de que su llegada a España causará un enorme revuelo. Pero, mientras esté en territorio americano no piensa dedicar un solo segundo a preocupaciones. "A palabras necias, oídos sordos, y al final siempre triunfa el amor y esta cosita tiene derecho a vivir, ¿vale?", ha apuntado. Su vuelta, de momento, no es inminente: "Aún falta. Ahora mismo, poquita gana de volver tengo".