De riguroso luto y ocultando sus ojos bajo unas gafas de sol, así hemos visto a Ana Obregón durante el funeral de su padre, Antonio García. La actriz y presentadora ha llegado acompañada de uno de sus grandes amigos, Raúl Castillo. Los cinco hijos del empresario, que falleció a los 96 años, se han reunido para darle el último adiós.
Ana Obregón se ha mostrado muy compungida, afrontando una nueva pérdida a su vida durante una etapa especialmente dura y marcada por la muerte de su único hijo, Álex Lequio, en mayo de 2020. Su amigo Raúl Castillo ha permanecido en todo momento a su lado, arropándola con mucha ternura y sosteniendo con fuerza su mano cuando llegaba al entierro. Distintos rostros conocidos han querido acompañar a la familia, entre ellos, Nuria González, Susana Uribarri y Paloma Lago. Esta última decía adiós al que fuera su suegro, la exmodelo estuvo casada con Javier García Obregón, con quien tiene un hijo. Solo tenía palabras de elogio hacia el empresario: «A mí me ha dejado un legado increíble».
Las emotivas palabras de Ana Obregón a su padre
La actriz y presentadora quiso compartir la triste noticia con sus seguidores en redes. Además, publicó una emotiva carta de despedida dirigida a uno de sus grandes pilares. "He coleccionado millones de momentos únicos contigo que guardo tatuados en mi corazón y que ahora utilizaré para poder seguir respirando porque en dos años me habéis dejado huérfana de padres y de hijo. Ahora las tres personas que más quiero en mi vida no estáis aquí conmigo y te juro, Papá, que no sé cómo lo voy a hacer. Es un privilegio y un gran honor ser tu hija. Gracias Papá por tanto. Te quiero infinito. Por favor, cuida mucho de mi hijo hasta que llegue. Eternamente juntos. Tu hija, Ana».
Esta última etapa en la vida de Ana Obregón ha sido especialmente dura y repleta de despedidas. La actriz y presentadora se están refugiando en su familia, también en sus amigos más íntimos para afrontar la dura realidad. Ahora despide a uno de sus pilares a quien recordaba como una persona muy trabajadora y, ante todo, tenaz. "Has vivido 96 años; difíciles en tu infancia cuando tuviste que empezar a trabajar durante la guerra cuando apenas eras un niño de 12 años limpiando pocilgas, pero con tu pasión y tu trabajo incansable durante 70 años conseguiste crear una gran empresa. Por eso recibiste una merecida 'Medalla al mérito del trabajo'".