Ana Obregón, Alessandro Lequio y Silvia Tinao: Así fue la historia de los 'cuernos' y la venganza más famosa de España

Si el comienzo de la relación supuso un auténtico terremoto en la crónica social de la España de los años 90, la ruptura también dinamitó el corazón de nuestro país.  Un acontecimiento que, 30 años después, todavía tiene a sus protagonistas en el permanente foco de la noticia. Hoy, Ana Obregón (69) ha celebrado feliz su cumpleaños al lado de Ana Sandra (su hija legal y nieta biológica), mientras Alessandro Lequio (63)  sigue queriendo estar al margen de la vida de la pequeña. Un distanciamiento, después de ser durante muchos años unos ex muy bien avenidos, con el que vuelven a la casilla de salida de su ruptura dolorosa, traumática y mediática a  partes iguales.

Ana Obregón y Alessandro Lequio eran la pareja de moda. Se habían conocido en otoño de 1990 en una gran fiesta de Chanel en la plaza de Las Ventas, a la que el italiano había asistido con su entonces mujer, la temperamental modelo y musa de Armani Antonia Dell’Atte (aunque según Ana había sido la propia Dell'Atte quien les había presentado en Roma unos años antes cuando ella estaba allí rodando una película). Se sentaron al lado en la mesa y, según confesó la actriz años más tarde en su libro de memorias, él no dejó de hablarle y contarle chistes, ante su indiferencia. En febrero de 1991 coincidieron en una cena en casa de un amigo en común, Alessandro sin su mujer de la que le dijo que se estaba separando, y a partir de ese momento estalló la pasión y también el escándalo.

 

El amor de Ana Obregón y Alessandro Lequio

El amor entre una de las mujeres más famosas de España y el bisnieto del rey Alfonso XIII, con el ingrediente de una esposa dolida que no estaba dispuesta a callarse, ni a concederle fácilmente el divorcio (y todavía hoy sigue sin perdonar a los protagonistas de lo que ella sigue considerando una gran traición) ocupó páginas de revista y horas de televisión en los programas de máxima audiencia.

Pero Ana y Alessandro continuaron con su historia, que muy pronto sorprendería con la llegada de su hijo. La propia Obregón lo cuenta es su biografía 'Así soy yo': "Imposible olvidar ese día, el 28 de octubre de 1991. Entré en el cuarto de baño mientras Alessandro, en el salón, esperaba impaciente y, casi a punto de que le diera un ataque, el resultado del test. Recuerdo que me temblaba todo el cuerpo mientras transcurrían los dos minutos más largos de mi vida hasta que se produjo el dictamen. Positivo". Habían pasado ocho meses desde la primera cita de la pareja. El 23 de junio de 1992 nació Aless, el único hijo de la pareja.

 

Ana era la mujer más feliz del mundo, había conseguido lo que había deseado toda su vida: "crear mi maravillosa familia". Además, al éxito personal unía el profesional presentando en TVE ¿Qué apostamos?, junto a Ramón García, un programa estrella con audiencias millonarias. Nada podía ser más perfecto... hasta que la casualidad quiso que el mundo de Ana se derrumbara como un castillo de naipes. Y fue la casualidad de encontrarse a una amiga de la infancia por la calle lo que hizo que ella comenzara a sospechar que su idílica pareja no era tan idílica y que Alessandro ya no era el novio celoso (como ella lo definió) pero fiel que pensaba.

 

Ana Obregón "la cornuda de España"

Una tarde de la primavera de 1994 la actriz estaba aparcando el coche para hacer la compra en un supermercado cerca de su casa y se encontró a una amiga a la que hacía mucho que no veía. Tras la alegría y los abrazos, esta le dijo  que a Alessandro sí lo veía casi todos los días entrar en su edificio desde hacía varios meses. El instinto femenino hizo que en Ana se encendiera la mecha de la infidelidad.

Según escribe en sus memorias, pidió a su amiga que la avisara la próxima vez que lo viera. Y dicho y hecho. Fue a su casa y descubrió  con sus propios ojos, a través de unos prismáticos, cómo Lequio abrazaba a otra mujer en un piso de enfrente. Ella se llamaba Silvia Tinao. En ese momento su mundo feliz se vino abajo: "Alessandro ya se lo había hecho a Antonia y ahora me lo estaba haciendo a mí. Pero con una diferencia: a Antonia la avisó antes de dar el paso conmigo, en cambio yo me enteré por una amiga", escribió Ana.
Esa misma noche cogió a su hijo y se fue a dormir a casa de sus padres... Pero lo que pensaba que era un secreto resultó ser la noticia de impacto nacional, cuando al día siguiente se convirtió en portada de revista la imagen del conde italiano y Silvia disfrutando muy cómplices de un partido de golf. "Era la cornuda de España", afirmó contundente, mientras ese mismo día tenía que mantener el tipo y salir sonriente en la pantalla de  televisión ante millones de espectadores.

 

Para Ana fue el golpe más duro que se podía imaginar: "El sufrimiento me impedía comer y adelgacé ocho kilos en cuatro semanas". Después de un mes, Alessandro todavía seguía en casa, aunque continuaba su relación con Silvia Tinao, una azafata de Iberia divorciada del empresario Claudio Montes (que luego se casó con María Suelves, ex de Francis Franco) y madre de dos hijos. Pero Ana aprovechó un día que Alessandro estaba fuera para cambiar la cerradura y ponerle las maletas en la calle...  Y comenzar su venganza.

 

 

La gran venganza de Ana Obregón

La actriz decidió grabar las conversaciones telefónicas, que una vez fuera de casa, Lequio seguía manteniendo con ella. "Eres la mujer de mi vida. Esta es una vieja (era mayor que yo) y tiene el culo lleno de celulitis" escribe Ana en su libro sobre las cosas más suaves que le decía Alessandro sobre su nueva pareja. Su plan tenía que tener un final a la altura del "culebrón" que estaba protagonizando y lo consiguió. "Introduje la casete con las grabaciones en un sobre y se la di al chófer que me pusieron en el programa para que se lo llevara en persona a la amante de Alessandro. Me encantó compartir con Silvia lo que Alessandro pensaba de ella. Creo que esa noche fue la única que no lloré, y me dormí con una sonrisa pensando en su cara cuando escuchara lo de la celulitis, que seguro que sería lo que peor le sentaría. Por supuesto, ella lo dejó en ese preciso momento", escribe Ana en "Así soy yo".

 

Según su versión de los hechos, Alessandro intentó volver con ella durante mucho tiempo y llegó a confesar: "Cuando Aless cumplió 12 años llegó incluso a pedirme que me casara con él y,  a mí, que tanto le quise, me entraron unas ganas de reír que tuve que ocultar para no herir. Le perdoné porque en el fondo le quería, pero comprendí que tenía que quererme más a mí. El hombre que más daño me había causado me dio lo más importante, a mí hijo".

La relación de Alessandro Lequio y Silvia Tinao

Pero antes de que Ana pudiera perpetrar su venganza a golpe de cintas de casete, la relación de Alessandro Lequio y Silvia Tinao se mantuvo. Tras separarse de Ana, la nueva pareja se fue a vivir una temporada a Italia, aunque las visitas a nuestro país eran constantes.
Fue una historia tranquila y discreta, nada que ver con el terremoto que supuso su noviazgo con Ana, que terminó pronto, pero de la que Alessandro guarda un buen recuerdo: "He querido mucho a Silvia. Siempre se ha portado fenomenal conmigo, aunque no la haya correspondido como se merecía. De todos modos, considero que nuestra relación nos enriqueció muchos a los dos. Con ella aprendía a poner en práctica el verbo compartir, que hasta entonces y confundía con dar y recibir".

 

Hoy, los tres personajes han seguido caminos diferentes. Ana Obregón y Alessandro Lequio continúan en el foco, y después de vivir la tragedia más dura de su vida con la muerte de su hijo Aless, el 13 de mayo de 2020, el nacimiento de Ana Sandra ha roto la concordia que habían tenido a lo largo de todos estos años. Por su parte, Silvia Tinao  se retiró de la vida pública y nunca más dio un titular.