Tras sincerarse sobre su crisis con Ortega Cano en 'Ya es verano', Ana María Aldón no fue a dormir a la casa que comparte con el torero.
Este fin se semana, Ana María Aldón ha puesto sobre el tapete, una vez más, su crisis matrimonial con José Ortega Cano. La diseñadora se sentaba en el 'Ya es verano' para confirmar el bache que atraviesa con el torero. Siguen viviendo juntos, pero a duras penas se dan los buenos días y las buenas noches. La situación es tan fría que ella no ha dudado en pasar la noche fuera de casa tras sincerarse en televisión. Así, ha evitado reencontrarse con su marido tras exponer las intimidades de su relación ante las cámaras.
"No estamos separados y no hemos hablado de separación. Vivimos bajo el mismo techo", aclaraba la gaditana hace apenas horas. No oculta que habla lo justo con su marido, pero insiste en que "no hay separación", ya que siguen "bajo el mismo techo". Pero lo cierto es que este verano no han coincidido demasiado, al menos recientemente. Ana María ha permanecido en los últimos días en Costa Ballena con el hijo que tiene con el torero, mientras que José Ortega Cano ha estado gran parte del tiempo en Madrid. La semana pasada coincidían en el ático gaditano, pero no parece que su tiempo juntos haya servido para tender puentes entre ellos.
Ana María Aldón duerme en un hotel en Madrid tras su paso por los platós, en vez de pasar la noche en la casa que comparte con José Ortega Cano
La situación es tan distante que la colaboradora tomo una drástica decisión al terminar su entrevista en Telecinco. Su marido aguardaba en la residencia que comparten en Madrid, pero ella no volvió a casa. En su lugar, optó por dormir en un hotel de la capital. Allí pasó la noche, sola. Al día siguiente por la mañana hizo las maletas y partió del hotel rumbo a la madrileña estación del AVE, donde tomaría un tren de regreso a Andalucía, también en solitario.
"Puede ser que haya tirado la toalla y que no tenga ganas de seguir luchando. A veces es mejor irse y hacer falta a quedarse y no significar nada", ha confesado Ana María Aldón. Imposible ocultar que todo pende de un hilo. No sabe qué le deparará el futuro, pero de momento ni ella ni su marido ha hablado seria y formalmente de separación. Y mucho menos de divorcio. Aldón cree que ahora es momento de dejar que las cosas fluyan y centrarse en el hijo que tienen en común, que disfruta de sus vacaciones escolares y merece toda la atención por parte de ambos. Si un día dejaran de ser pareja, sabe que los dos siempre serán familia: "Mi marido puede dejar un día de ser mi marido, pero nunca va a dejar de ser el padre de mi hijo. Es un vínculo que tiene con mi hijo y eso es de por vida. Seguiremos tragando sapos por el bien de nuestro hijo".
Este lunes, cuando se dirigía al AVE con rumbo Madrid-Cádiz, no ha querido hacer mención a tensión se ha instalado en su familia. Precisamente este fin de semana se han reunido todos juntos para celebrar la salida puntual de José Fernando el centro de salud mental en el que permanece a las afueras de Madrid. Todos se citaron, a excepción de ella. "No me han invitado, querrá estar con sus hijos", ha dicho sorprendida.