Ortega Cano lleva ya unos días en casa después de que recibiera el alta hospitalaria por su intervención de corazón, donde tuvieron que hacerle un cateterismo. A pesar de que a la salida del hospital aseguraba encontrarse cansado y débil, el torero va poco a poco encontrándose con más fuerza. Tanto es así que no ha dudado en hacer una escapada en compañía de su mujer, Ana María Aldón, y su hija, Gloria Camila.
Aprovechando el fin de semana, la familia se ha ido a Segovia para pasar el día. Aunque no hemos podido ver una foto de todos, Ana María Aldón y Gloria Camila sí han compartido instantáneas de ellos, pero por separado. Les ha acompañado también David, la pareja de la joven, que está integrado ya al completo en la familia."Muy bonito Segovia, muy muy bonito. Muy bonito el acueducto y muy rico el cochinillo", ha declarado Ana María Aldón en un vídeo de Instagram. Parece que ha sido un día muy intenso para la familia, que ha hecho un poco de turismo, adaptado al estado de salud del torero, y luego se han ido a comer cochinillo, la comida típica.
Ana María Aldón ha disfrutado mucho pasar el día en Segovia
A pesar de que los días posteriores a recibir el alta fueron complicados, Ortega Cano ya se ha encontrado con fuerzas para disfrutar de un plan fuera de casa. Han sido días difíciles para José Ortega Cano, que tuvo que someterse a una operación coronaria después de realizarse un TAC y que los resultados no fueran los esperados.A pesar de que la intervención quirúrgica fue todo un éxito, al llegar a casa su estado de salud empeoró lo que preocupó mucho a su entorno más cercano. Afortunadamente, todo quedó en un susto y el torero ya se encuentra visiblemente recuperado. A pesar de que su rostro denotaba cansancio, la intervención coronaria salió bien y ya se encuentra haciendo vida normal, dentro de lo que cabe. De hecho, le hemos visto entrar y salir de una gasolinera y atender a la prensa, y ahora también se ha atrevido a salir de Madrid.
Han aprovechado la ocasión para comer cochinillo
Este pasado martes, el círculo más íntimo del torero mostró su preocupación en torno a la intervención a la que tuvo que someterse. Una vez que ya salió de quirófano y ya estaba en planta, respiraban aliviados, ya que eso significaba que el torero había soportado con éxito la operación y se encontraba bien. Un día después, salía de la mano de su mujer, Ana María Aldón, del hospital Montepríncipe de Madrid, y explicaba cómo se encontraba. Aunque decía estar mareadillo y débil, el torero aseguraba estar contento por volver a casa, ya que habían sido unas horas de nervios.