Luis Miguel (54 años) sigue levantando un huracán allá por donde pasa. La estrella mexicana dará hoy su segundo concierto en Madrid tras la tremenda acogida que ha tenido en la capital en la tarde de sábado. El Estadio Santiago Bernabéu se rendía a sus pies y a su nacarada sonrisa.

Con sus icónicos movimientos de cadera, sus ya más que habituales mariachis y su impresionante chorro de voz, se metía al público en el bolsillo como siempre acostumbra. Tal ha sido su recibimiento que hoy repite cita con los madrileños en su segundo concierto consecutivo que convencía a los asistentes de estar viviendo el ‘show’ de sus vidas.

Luis Miguel hace doblete en el concierto que dará por segunda vez en el estadio Santiago Bernabéu, donde han acudido multitud de rostros conocidos

Todo un espectáculo que dada su destreza a la hora de navegar por los diferentes registros vocales de sus más que exigentes canciones sin despeinarse, hace creer a los asistentes estar ante un evento casi canónico e irrepetible. Pero nada más lejos de la realidad, lo cierto es que la puesta en escena, su forma de llevar a cabo y perfectamente bien ejecutado el ritmo frenético de sus conciertos es algo que Luis Miguel ejecuta de la misma manera en cada uno de estos.

Así lo explicaba una de las asistentes al concierto de anoche, Anne Igartiburu quien ha relatado en ‘D Corazón’, programa de TVE 1 que presenta —junto a Jordi González— su experiencia desde la grada VIP. Y es que Luis Miguel lo que hace lo hace muy bien y por ello no necesita artificios que despierten la simpatía de su público, más que fiel. 

Anne Igartiburu, asistente a la cita musical, cuanta cómo vivió el concierto

“Música en directo muy chula. Tiene una puesta en escena increíble y brutal. Tiene una orquesta increíble que suena muy bien. Él llega, canta y se va. Y luego me llama mucho la atención que tiene muchas pantallas en las que se mira mucho, está muy pendiente de verse, cantar y hacerlo bien”, comentaba la presentadora de lo que ella había observado como fan y asistente al evento musical.

Anne Igartiburu en el concierto de Luis Miguel

Anne Igartiburu en el concierto de Luis Miguel

Foto: anneigartiburu

“¿Y es verdad que no saluda? ¿Ni buenas noches Madrid, ni nada?”, quería saber su compañero Jordi González tras los rumores de que el artista es tan talentoso como antipático.

“Llega, canta y se va. Y canta muy bien y eso es lo importante. Hubo un momento al final que dijo ‘vamos a ver que dice Madrid’ pero normalmente no dice ‘Hola Madrid, un placer estar aquí, ni presenta a la orquesta, ni adiós, gracias o hasta mañana'. Llega, canta y se va. Siempre hace la misma actuación. Lo tiene todo milimetrado y está guapísimo. ¡Y canta muy bien!”

María José Santiago, amiga de la familia de Paloma Cuevas, revela la ofensa del pueblo andaluz tras el último desaire de Luis Miguel 

Y es que Luis Miguel no parece un tipo excesivamente simpático, aunque su belleza, carisma y gestos de complicidad muy ensayados hagan de placebo para sus admiradores más fieles a su música. Así lo ha revelado la atmosfera de decepción que se creó en el estadio de la Cartuja de Sevilla el pasado domingo.

Una de sus últimas paradas como parte de su gira de 2024, denominada 'la gira de los récords' —de las más taquilleras del mundo— dejó un regusto de lo más amargo en sus asistentes por la escasa emoción del cantante a la hora de cantar en Andalucía. La tierra de su pareja Paloma Cuevas.

Seis años de ausencia hacían para muchos de sus fans un sueño eso de acudir al evento, que pese a ser ejecutado vocalmente tan bien como nos tiene acostumbrados. Los andaluces allí presentes esperaban de Luis Miguel algo más de efusividad y sentimiento, pues tanto su familia paterna como la de su pareja Paloma Cuevas son de la tierra, de Cádiz y Córdoba, respectivamente.

María José Santiago, buena amiga de la familia de Paloma Cuevas, ha conectado en directo con ‘D Corazón’: “La persona tiene su esencia... Y cuando se está enamorada te cambia todo, la piel, el pelo. Él es guapísimo, eso sí, en Sevilla están un poco disgustados. No dijo ni hola”, comentaba muy crítica mientras escurría la idea de cómo de negativo quedaba este gesto del cantante con su "familia política", también andaluza.

 

Paloma Cuevas, en una foto de archivo junto a su padre.

Paloma Cuevas recibe una gran noticia: el alta hospitalaria de sus padres.

Gtres.

“Bueno, yo creo que es un señor superconcentrado en lo que hace. No saluda nunca…” le cortaba Anne Igartiburu intentando salvar la reputación de uno de sus artistas favoritos.

“Yo perdóname, Anne, yo quiero mucho a Paloma y a su padre igual, porque ellos me adoran… pero sí que es verdad que el comentario generalizado de todo el mundo y del público fue ‘bueno, no ha dicho nada’. Sabes cómo es Sevilla y por lo menos se esperaban que dijera ‘buenas noches, Sevilla, estoy muy contento’ y eso la gente, pues…” relataba esta allegada a la familia Cuevas acerca de la mala imagen que la estrella mexicana habría dado en esta cita con Andalucía.