Por primera vez en 84 años de historia, SEMANA tiene una entrevista con una persona a la que no ha visto nunca. “¿Alex?”, preguntamos a un chico calvo que sospechamos ronda los 40 y que está en el lugar en el que hemos quedado. “Sí. Qué honor estar aquí con vosotros”, responde. Confirmado, Alexsinos es él. No, no lleva su particular máscara y, para los curiosos advertimos de que su cara pasaría inadvertida en cualquier vagón del Metro.

Para quien no lo conozca y no sepa de qué hablamos, explicaremos que Alexsinos es el nombre ficticio de un chico que ha revolucionado las redes sociales. Desde hace unos años su ingenio y su sentido del humor han conectado con más de 250.000 seguidores que han formado una bonita comunidad (“comunidad de hermanas”, apunta él). Con comentarios sarcásticos, memes y, sobre todo, con un vocabulario propio que le ha obligado a crear el diccionario Alexsinos, este asturiano -de Avilés- ha logrado conquistar a miles de personas entre las que se encuentran perfiles tan variopintos como el de Belén Esteban o Anabel Pantoja (curiosamente dos de sus musas a las que más minutos les ha dedicado en su perfil de Instagram).

Alexsinos tan pronto informa de las audiencias del día anterior, que comparte su último outfit (ofni para las hermanas) en un evento de influencers o comenta la última hora sobre el estado de salud de Kate Middleton. Es ese amigo con el que te ríes hablando de La isla de las Tentaciones o te emocionas al recordar la última reaparición de Celine Dion. Y todo ello lo ha hecho siempre bajo la imagen de un emoji, un dibujo animado o una máscara. Nadie sabe quién está detrás de su perfil 2.0. porque quiere preservar al máximo su identidad y para ello cada vez que se muestra lo hace escondido bajo un disfraz. Apasionante.

Hechas las presentaciones, la que viene a continuación es, seguramente, la entrevista más personal de este personaje tan popular, pero tan desconocido a la vez. Nos habla de su obsesión por el anonimato y nos presenta quién es ese Alex que se esconde tras Alexsinos. Ah, y que no se nos pase un dato: acaba de publicar un libro que nos ayudará a conocerlo aún más. Se llama Recordar el ayer (Ed. Planeta).

¿Cuándo nace Alexsinos y por qué?

Alexsinos tiene dos vidas. Una que es la que arranca en 2008 y otra, la más importante, la que empieza en 2020, durante la pandemia. En 2008 nació el personaje y lo hace en las redes sociales que había entonces: fotolog, Twitter y Facebook. Por entonces ya tenía ese ADN de comentar cositas de televisión, como las galas de Gran Hermano, y algunas noticias de actualidad, pero era muy diferente porque realmente en esa etapa yo no era creador de contenido, solo comentaba. Sin embargo, en 2020 ya nace Alexsinos como hoy lo conocemos. Fue en ese momento en el que todos estábamos encerrados en casa y nos pasábamos el día con el móvil en la mano y viendo series. Tantas horas pegados al móvil hizo que algunos perfiles como el mío creciéramos exponencialmente. Para mí lo que me pasó entonces fue un premio porque empecé a hacer con muchísima gente lo que yo ya hacía con mis amigos por Whatsapp, que es comentar los salseos.

Antes de crear Alexsinos, ¿tenías una cuenta personal?

Antes y ahora. Yo ahora tengo un Instagram personal, pero que está cerrado y que no es mi nombre real. En ese perfil yo antes tenía fotos mías posando, como si fuera yo un influencer sin ser yo nada de eso. Sin embargo, después quité todas mis fotos y si te metes ahora lo que hay son paisajes. Es un Instagram aburrido.

¿Por qué quitaste las fotos? Supongo que has sustituido tus fotos de tipo buenorro por paisajes por algo…

Mira, hay una cosa importante. Que mi anonimato perdure en el tiempo implica cosas muy buenas y cosas no tan buenas. ¿Las buenas? En primer lugar, yo mantengo mi vida muy en mi círculo y en segundo lugar, el hecho de que no salga mi imagen hace que no tenga tantas críticas. Porque yo creo que gran parte de las críticas o el odio que se recibe en redes tiene que ver por desgracia con el físico, entonces eso es buenísimo para mí, aparte de que, como te digo, nadie me para por la calle. ¿Lo malo? Pues que a lo mejor hay alguna foto mía que me encantaría publicar y tengo que renunciar a ello. Al final este anonimato implica renuncias, pero a mí me compensa.

¿Compensa de verdad?

Sinceramente sí. Y, mira, es curioso que ninguna marca me haya ofrecido nunca enseñar mi cara a cambio de dinero, pero no lo hacen porque saben de sobra que no lo haría. Otra cosa diferente es que se filtre una foto por ahí… Para eso estoy super preparado.  Al final mi cara tú me la estás viendo ahora mismo y no tiene más misterio. Como mucho la ves y durante dos minutos piensas: “Anda, pues yo me lo imaginaba así o asá”, pero ya está. A los dos minutos te da igual y tu vida sigue.

¿Te rodeas de un entorno que te garantiza 100%  ese anonimato? ¿Confías en ellos?

Sí, absolutamente. Mis amigos íntimos, mi familia y mi entorno de verdad respeta completamente mi decisión y siempre me cubren. Al final la gente por curiosidad a lo mejor les dicen: “Oye, tú conoces a Alexsinos, ¿no? ¿Me enseñas una foto?” Y la respuesta de mis amigos es: “Ni de coña”.

¿Qué es lo que más te gusta de ir con máscara y lo que menos?

Lo que más me gusta es que me siento muy protegido. Para mí es un escudo. Desde fuera a veces parece frívolo, pero para mí es importante porque cuando voy a saraos – y esto es un poco metafórico- siento que la máscara me protege de ese ambiente en el que yo no suelo estar nunca porque mi vida normal no es esa. Y la parte negativa quizá que hay cosas a las que no puedo ir o aceptar por un tema logísitico, pero ya está.

Trabajas en una agencia de publicidad ¿En tu trabajo saben que eres Alexsinos?

Sí. En mi trabajo lo saben. La mayoría de mis compañeros me ha visto crecer y ya es algo normal para ellos. Además, hay una cosa muy bonita y es que mi emoji de Alexsinos, la foto que uso en mi perfil, es un regalo que me hicieron mis compañeros de trabajo. Me lo hicieron para mí para que profesionalizase un poco mi imagen. Me parece un detalle muy guay.

¿Y cómo es tu día a día?

Es como el de cualquier persona, super aburrido. Me levanto temprano, trabajo mis 8 horas en una oficina, voy en Metro, me llevo el tuper de casa con la comida, si puedo voy al gimnasio a la hora de comer y poco más. Luego es verdad que antes era muy firme en la decisión de no hacer ocio entresemana, pero el mundo Alexsinos ha matado esto y ahora reconozco que a veces me toca salir a saraos.

Cuando iniciaste todo esto, ¿tus pretensiones llegaban a convertirte en lo que eres hoy?

No. Mira, yo trabajo en una agencia de publicidad y a veces he pensado: “a lo mejor alguien cree que al trabajar ahí esto es como más orgánico, que yo conozca las variables de éxito, que haya una estrategia comercial por detrás y que todo esto sea fruto de que alguien en la agencia dijo un día: “vamos a crear un perfil que sea así para ver si funciona”. Pues no, nada que ver. De hecho, si ves lo que hacía al principio ves que era super cutre, nada trabajado. Y todo lo que ha ido pasando después como tener un podcast, que me nominen a un premio, que me mencionen en Forbes… Todo eso ha llegado con absoluta sorpresa. Ni siquiera tengo metas a corto plazo.

De todos esos hitos, ¿cuál es el punto de inflexión en el que tú te paras y dices: “uy esto se está yendo de las manos”?

Forbes. Cuando aparecí en la lista Forbes, la gente de mi entorno me escribió y me dijo: “Oye, Alex, lo tuyo va en serio”. Y ahí fue donde vi que se me estaba reconociendo. Además, fue ahí cuando me di cuenta de lo agradecido que tenía que estar con todo lo que me estaba pasando y que había que tener los pies en la tierra porque siempre pienso que el mundo de las redes es muy efímero. Seguramente en unos años de repente alguien se encontrará esta entrevista y dirá: “ostras Alexsinos, ¿te acuerdas de él? ¿dónde estará ahora?” Y esto seguramente pasará y hay que saberlo y quien viva de espaldas a esta realidad se está equivocando.

Has escrito un libro en el que repasas algunos hitos televisivos y culturales entre el año 2000 y el año 2004. Operación Triunfo, Gran Hermano, el final de los SMS, Messenger… ¿Eres un nostálgico?

Soy MUY nostálgico (enfatiza el “muy”) Pero no vivo anclado en eso de que cualquier tipo pasado fue mejor. El tiempo pasado es maravilloso, pero ya.

Hablamos con Alexsinos

Luis Miguel González

En el libro cuentas que tienes una amiga que es prima de la reina Letizia ¿Es verdad?

Sí, sí. Ella ya no es mi amiga a día de hoy, pero en su momento sí éramos colegas. Nos conocimos en la Universidad y nos hicimos amigos porque era asturiana como yo, ella de Oviedo. Era encantadora, nos llevábamos bien y un día, cuando ya teníamos muchísima confianza me dijo: “oye, mi apellido Ortiz no te hace sospechar nada?” Y me lo dijo, pero jamás me contó ningún cotilleo, ningún salseo... Ella era super discreta en ese asunto. 

Dices que amas a la reina Letizia.

La amo, sí. Para mí Letizia Ortiz tiene varios elementos que la hacen icónica. El primero es su capacidad para renovar y estabilizar la Casa Real, es un motor de cambio absolutamente. El segundo es que es muy profesional, inteligente… Y, por último, está la parte superficial, que es muy elegante… Siempre va perfecta.

¿Te gustaría conocerla?

Sí, me encantaría, pero es que jamás ha habido nada en mi vida que me haya dado la más mínima oportunidad de conocerla ni de rozarla siquiera. Mi pregunta es: ¿sabrá doña Letizia de la existencia de Alexsinos? Pues seguramente no porque tendrá cosas más interesantes que hacer.

Sin embargo, odias al rey Juan Carlos.

Guauu, qué melón hemos abierto. Mira, yo creo que para todos aquellos que hemos crecido con el salseo (y en mi casa por ejemplo todas las semanas se compraba la revista SEMANA), hemos crecido con las historias del rey y siempre ha estado en nuestras conversaciones. Cuando hemos visto las fotos del rey con Bárbara hace poco, mucha gente, entre la que me incluyo, hemos dicho: “pero si esta foto ya la hemos visto”. No, no la habíamos visto pero se había hablado tanto de sus cosas que ya no sorprende nada. Me parece que la figura del rey ha tenido una protección que no se puede comparar con nada ni con nadie. Por suerte eso ha cambiado y la protección ha bajado y eso unido a todo lo que está saliendo pues hace que mi cariño al rey juan Carlos sea más bien poco.

¿Has comentado este asunto en tus redes? ¿Te parece peligroso hacerlo?

Sí, lo he comentado. En el tema de Bárbara y Juan Carlos creo que no deberíamos caer en el error de que es una conversación entre dos personas, sí, pero es una conversación entre una artista  y un Jefe del Estado, es decir, la artista no tiene por qué salvaguardar tanto su imagen y su comportamiento público, un Jefe del Estado sí. Para mí todo el peso de esta historia recae en el Rey y el foco está en él, no en ella.

¿Te da miedo mojarte en algunos temas?

Yo no tengo mucho hate, pero soy consciente de que la sociedad está muy polarizada y normalmente en redes la gente piensa: “o estás conmigo o estas contra mí”. Yo antes de compartir algo intento siempre ponerme en el perfil del seguidor y reconozco que hay ciertos temas que me da respeto tocar. Intento tratarlo todo desde el humor y el sarcasmo, pero todo el mundo termina conociendo mi opinión claramente.

Creo que en tu casa también se hablaba mucho de Isabel Pantoja…

Mucho. Mucho. Si a mi hace unos años me dicen que iba a tener la relación que tengo ahora con Anabel Pantoja…. Pero tampoco es que conocerla fuese mi objetivo, eh. Yo no soy un cazafamosos ni nada por el estilo… Lo que pasa es que con Anabel ha habido feeling y tenemos amistad. Ahora puedo decir que estoy más cerca de ir a Cantora que nunca (risas).

¿Hablas de Isabel con Anabel?

Nada, cero. Jamás se me ocurre preguntarle nada de su tía porque nuestras conversaciones van por otro lado. Como mucho le mando un meme de Isabel o algo así, pero ya está. De hecho, alguna vez que ella ha podido comentar algo yo me pongo hasta tenso porque no quiero que piense que yo quiero sacarle información o algo así. 

Una de las frases más populares en tu perfil es la de “Idiomas, querida”, pronunciada en su día por Aramís Fuster para destacar la importancia de hablas idiomas. Has querido usarla en tu merchandising, pero no has podido. ¿Por qué?

Es que me ha dicho que es una marca registrada.

¿Te lo ha dicho ella?

Sí, me puse en contacto con ella para pedirle permiso y de manera muy educada me respondió que no podía usara porque estaba registrada y tenía que respetar la propiedad intelectual.

Y cuéntame, de tus amigos famosos, ¿quiénes son tus amigos famosos?

Amigos de verdad son María Verdoy y Anabel Pantoja, y describo amigo de verdad como que si me pongo enfermo y me ingresan en el hospital ellas vendrían a verme seguro. Luego tengo colegas que son por ejemplo los que vendrían a mi cumpleaños que son Belén Esteban, Eva Soriano, Lalachus, Germán González, Chelo García Cortés…

¿Y quiénes son tus enemigos?

 El enemigo número uno de Alexsinos desde el inicio es Pablo Motos. Hay una sección que que yo llamo la decadencia donde pongo vídeos de famosos o influencers que de verdad dan vergüenza y de Pablo pues subo muchos. Yo entiendo que si no conoces y lo ves en frío pues te puede resultar ofensivo, pero es que yo mismo he formado parte de la decadencia algunas veces y me río de mí mismo. Pero bueno él me bloqueó, pero no puedo decir que sea mi enemigo porque no me conoce.

¿Solo te ha bloqueado él?

No, también me han bloqueado Diego Matamoros, Carla Barber… Mira con Soraya tuve un pequeño rifirrafe, pero ahora nos llevamos bien.

Dices que no recibes muchas críticas, pero tu madre creo que lee y filtra todas los comentarios.

Bueno, mamá Alexsinos es la policía del hate (del odio). Yo todos los días al mediodía la llamo desde el curro y entonces empieza: “uy, esta semana has tenido muchos comentarios, todos buenos, pero hay uno que te puso a parir, te decía esto y esto pero tú no te preocupes que es uno de muchos”. La pobre me habla supepreocupada de que no afecte a mi salud mental. Ella es una policía de las críticas.

¿Qué tipo de comentarios te afectan?

Pues cuando son cosas que digo mira cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Por ejemplo: “uy, estás empezando en el mundo influencer y vas a querer vivir del cuento”. ¡Pero si yo tengo mi curro desde hace muchos años! Me acusan de que ahora es que hago publicidad… Pero, vamos a ver, es una oportunidad. ¿Quién no va a querer disfrutar de viajes y comida gratis?

¿Crees que puede haber algo que te haga dejar el trabajo?

Yo siempre parto de la base de que el mundo creador de contenido es efímero. Mantener mi trabajo me da seguridad y eso para mí es muy importante. ¿Que el día de mañana puedo vivir al 100% de esto? Pues seria una maravilla, pero a día de hoy quiero una estabilidad y esa me la da una nómina.

¿Hoy en día podrías vivir de las redes?

Ahora mismo sí, pero es que hay un mes bueno, un mes malo…

¿Dices a todo que si?

NOOOOOOOOOO. Jamás haría ninguna campaña sobre consumo de tabaco, sobre apuestas…  A lo que más digo que no es a eventos porque creo que la sobreexposición de tu imagen hace que tu imagen se devalúe.

¿Pero aun pagando lo rechazas?

Si.

¿A qué tipo de cifras dices que no?

En eventos te pagan poco, a lo mejor 500 euros.

¿Y a qué cifras te cuesta resistirte?

Pues no sé, a cosas de 3000 euros o así, pero también puedo decir que no.

Pareces bastante centrado. ¿Me hablarías de tu familia?

Es que vengo de una familia muy humilde. Todos somos asturianos. Mis padres son trabajadores de toda la vida, son autónomos y tienen un negocio. Luego tengo dos hermanos, uno que vive en Bruselas y otro que vive en Asturias. Nos queremos muchísimo.

¿Estáis muy unidos?

Te pongo un ejemplo: mi grupo de whtasapp más activo es el de la familia, cada día desde las 8 de la mañana hasta al una de la mañana estamos todo el tiempo hablando. Es que mi madre además se ha adaptado fenomenal a las nuevas tecnologías y ya escribe super rápido. Entonces somos una familia muy unida pese a estar separados por kilómetros de distancia y nos queremos un montón.

¿Saben en Avilés que tu madre es la madre de Alexsinos? ¿Ella se presenta como tal?

Mira, yo a mi madre, la pobre, la tengo muteada. He tenido que hacer un ejercicio muy cariñoso con ella de decirla que tiene que entender que su hijo es anónimo y, por tanto, su madre tiene que ser anónima también. Ella no puede ir por la vida diciendo: “tú no sabes quién es mi hijo” porque va en contra de la filosofía de mi perfil y ella lo entendió super bien e igual que es la policía del hate, es la policía de mi identidad.

¿Y no cae en la tentación de presumir de hijo con los vecinos?

En Avilés es que es difícil eso porque al final todo el mundo más o menos sabe quién soy. Pero en Áviles pasa una cosa muy guay que es que hay una red que se va tejiendo que es que todos entienden mi perfil y respetan mucho este código que es proteger mi identidad. Por ejemplo, en alguna fiesta a lo mejor se me acerca uno que ya ha bebido un poquito y me dice: “oye, ya sé quién eres tú, pero tu tranquilo que tu identidad está a salvo conmigo porque no voy a decir nada”. A mí eso me da ternura y con mi madre pues pasa un poco igual.  Seguro que la su pescadera o la cajera del Mercadona saben quién soy y se lo dicen, pero ella no me lo cuenta y seguro que saca pecho y presume de hijo.

¿Tienes pareja?

Mmm.. Digamos que siempre estoy atento a nuevos Merches (es como llama a él a los chicos atractivos)

Háblame de tu abuela Otilia, a la que, por cierto, le dedicas el libro.

Mi abuela fue la persona que más me culturizó sobre los iconos del pasado, es decir, yo recuero ver películas de Rocío Dúrcal los sábados por la tarde en su casa, recuerdo ver Salvame con ella… Mi relación con ella siempre ha ido más allá de abuela nieto. Mis padres trabajaron desde siempre y entonces mis hermanos y yo comíamos en su casa, veraneábamos con ella… Y mis propios primos reconocen que mi relación con ella era de otro nivel. Nadie competía contra ello. Mi madre ha aprendido a gestionar que yo siempre diga que la mujer de mi vida es Otilia.

¿Murió?

Sí, cuando ella murió hace ya seis años para mí fue uno de los momentos más difíciles de mi vida. Yo había tratado de mentalizarme de que eso iba a pasar porque Otilia tenía 92 años y tenía que estar preparado para eso, pero lo cierto es que el día que pasó pensé: “todo el trabajo que he hecho hasta ahora no ha servido de nada”.

¿Qué recuerdas de ella?

Hay una cosa que me parece romántica y es que el libro se llama Recordar el ayer y es curioso que todos los días, los 365 días del año, me pasa algo que me hace pensar en abuela Otilia. La tengo super presente siempre, pero no en plan paranormal, sino en plan: “Si abuela Otilia me viera aquí…”.

¿Qué crees que diría de tu amistad con Belén o Anabel, Alex?

Primero me diría: “Oye, tú, ten cuidado, que esto de la fama no se te suba a la cabeza”. Y después añadiría: “Tráetelas a Avilés que les voy a hacer yo una fabada que se van a chupar los dedos”.