Después de una semana alejado del trabajo y disfrutando de unas vacaciones familiares en Galicia, Alessandro Lequio ha regresado al plató de 'El programa de Ana Rosa', donde ha vuelto a dar respuesta a los asuntos de debate en torno a la maternidad de Ana Obregón. "Con mi familia siempre me lo paso muy bien", ha arrancado diciendo. Ana Rosa Quintana ha presentado los titulares más recientes sobre la presentadora señalando: "Su situación emocional es algo que podemos entender todos". Entonces, el italiano se ha pronunciado de manera muy contundente. "Esta situación, como todo lo relacionado con Aless, es tremendamente triste. Es muy triste. Y hasta complicado, muy complicado. Hoy me siento muy presionado porque sé que hay una gran expectación por lo que yo pueda decir. Pero siento desilusionaros porque no voy a comentar absolutamente nada. En la vida cada uno lleva el luto como puede y como quiere", ha explicado, visiblemente molesto.

"No puedo encender la televisión cada dos segundos y escuchar una frase de mi hijo porque duele", asegura Lequio

Alessandro Lequio habla por fin: "Esta situación es muy triste para mí"
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"Cuando mi hijo murió, el 13 de mayo de 2020, desde el primero momento... todos habéis sido testigos... mi única opción ha sido el silencio. Nunca he comentado nada. Nunca he comentado lo que yo sentía. Y eso es lo que voy a seguir haciendo, porque sé que eso es lo que a él le gustaría. Por respeto a él. Por el máximo respeto que le tengo. No voy a comentar nada que le afecte en ningún sentido", añadía. "Vosotros me conocéis. Sabéis que soy así. Y sabéis que no voy a cambiar", destacaba, con el semblante serio. "Entonces, esto es lo único que voy a decir".

Alessandro Lequio lleva semanas procurando mantenerse al margen del tsunami mediático en el que se ha convertido la maternidad de Ana Obregón. Esta, a los 68 años, ha decidido repetir la experiencia de la maternidad utilizando el esperma del hijo que tiene en común con Lequio, fallecido hace casi tres años. "Es algo que se revive. Me produce tristeza y rabia que mi hijo, una vez más, sea protagonista de la actualidad. Quiero que cada uno lo lleve a su manera, pero es que yo no puedo encender la televisión cada dos segundos y escuchar una frase de mi hijo porque duele. Entiendo el trabajo de los periodistas. Me preguntan en la calle cada dos por tres. Y siento decirles que no voy a hablar. Quiero que se olviden de mí. Que sepan que esto yo lo vivo en la intimidad más profunda. ¡Es que no quiero compartirlo con nadie! No lo hago con mis amigos. ¡Mis amigos íntimos no me preguntan! ¡No lo hacen! ¡No lo hace mi familia! Yo pido respeto, ya está. Simplemente, que cada uno haga lo que quiera", concluía.