Se llama Alejandro Lillo y tiene 21 años. Es modelo e influencer, pero sobre todo, es el último amor de Celia Fuentes, la blogger cuya muerte ha conmocionado a toda España.

Alicantino de nacimiento pero residente en  Barcelona, Lillo fue descubierto precisamente gracias a la red social de cuya tiranía tanto se habla últimamente. Para Celia, Lillo fue como una tabla de salvación en uno de sus peores momentos, aunque lo suyo no duró más que un par de meses.

La influencer lo vivía todo con mucha intensidad, lo bueno y lo malo, y así hizo con su historia con Alejandro, de quien se enamoró perdidamente. Él nunca ha llegado a reconocer la relación que mantuvieron, pero, una vez más, las redes han hablado: Hay imágenes de los viajes que compartieron, por ejemplo, a mediados de agosto, cuando la pareja se marchó a París y visitó algunos de los lugares emblemáticos de la ciudad del amor.

Fuentes cercanas a Celia aseguran que la joven estaba realmente enamorada de Alejandro y no pudo soportar que este decidiera poner punto final a su historia y la bloqueara en todos los ámbitos “virtuales”.

La ruptura con Alejandro supuso un punto de inflexión en la vida de Celia, que ya de por sí estaba sometida a una importante presión. Según ha confirmado su padre, que fue quien encontró su cuerpo sin vida, Celia arrastraba varios problemas sentimentales. No era la primera vez que intentaba quitarse la vida, sino la tercera, y no dejó ninguna nota para sus allegados.

Sus amigas aseguran que lo que colgaba en redes sociales era todo fachada, se sentía muy sola, triste y sufría fuertes depresiones que nunca llegó a tratarse. Nunca sabremos si la ruptura fue el desencadenante o si Celia se quitó la vida por amor. Un final trágico para una joven que aparentemente lo tenía todo.

Una carrera prometedora

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Aunque aún no llega al número de seguidores de Celia, Alejandro tiene una prometedora carrera por delante y se ha convertido en todo un fenómeno en la red. 

Un seductor

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Esta es una de sus imágenes más vistas. El joven, con una rosa en la mano, buscando candidata a la que regalársela.

Un cuerpo 10

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A sus 21 años, Alejandro puede presumir de un físico de infarto, y una vida de cara al exterior, siempre pendiente de lo que digan sus seguidores. 

La foto perfecta

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Celia vivía por y para sus seguidores pero en el fondo se sentía vacía. 

Su última aparición

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La última vez que vimos a la joven fue en la pasada edición de la semana de la moda de Madrid. 

Una doble vida

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Celia tenía una doble vida, una de cara a las redes, feliz y completa y otra real, en la que estaba triste y se sentía muy sola. 

Miradas que dicen mucho

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Aunque no se ha confirmado que entre ellos hubiese una relación, esta imagen de ellos habla por sí sola.