En menos de un año, Alejandra Rubio ha pasado de ser la anónima hija de Terelu Campos a una influencer de moda. Desde que aquel 5 de abril de 2018, cuando se presentó al mundo con sus 18 años recién cumplidos, Alejandra ha sufrido un gran cambio y ha pasado de ser una niña tímida a una mujer cada vez más segura de sí misma. Una evidente evolución que en SEMANA hemos analizado junto a José Luis Martín Ovejero, experto en comunicación no verbal. Este sábado 23 de marzo, Alejandra celebra su 19 cumpleaños en "Oh My Club", en donde volverá a enfrentarse a s pánico escénico.
El primer contacto
Alejandra Rubio entró en la vida pública por la puerta grande: en la fiesta de su 18 cumpleaños. Rodeada de su familia y muchos amigos, la joven llegaba a una discoteca sonriente, pero visiblemente incómoda. De hecho, los nervios le jugaron una mala pasada y terminó abandonando durante unos instantes el photocall, haciendo que su madre tuviera que justificarla: "se ha asustado, nada más. Si no hubiera habido ese jaleo, si hubiera estado como estáis ahora mismo, hubiera estado estupenda...".
No estaba en su salsa
Que no estaba cómoda era algo bastante fácil de adivinar y tan solo hay que ver las imágenes de aquel día. ¿Cómo lo demostró? Buscando todo el rato el apoyo de las personas que la acompañaban mediante el contacto corporal y así lo revela a este medio el experto.
Apoyándose en los suyos
Además del apoyo físico, Alejandra también “buscaba, en ocasiones, miradas de ayuda de las personas de su lado”.
No disfrutó del momento
Si bien era su día especial, José Luis Martín Ovejero opina que no estaban tan a gusto como, por ejemplo, su madre. Mientras que el resto de sus acompañantes sonreían de manera abierta, ella trató “de ser amable, pero la felicidad no aparece ni en la activación muscular de sus labios ni de sus ojos”.
Ha estado un tiempo alejada
A raíz de la fiesta, Alejandra Rubio optó por intentar pasar desapercibida. Si bien se la vio en varias ocasiones paseando por la calle, no volvió a posar para las cámaras.
Y llegó Mtmad
Todo cambió cuando fichó por Mtmad, donde, vídeo a vídeo, se ha podido ver su gran cambio. Un cambiazo que muy pocas personas se explican, pues resulta muy llamativo.
Comenzó muy tímida
En su primera publicación de su canal, Alejandra transmitía “una comunicación más cohibida”. Sentada en el sofá de su casa, apenas hacía gestos con el cuerpo.
Una forma de protegerse
Además, Ovejero destaca el uso que hacía del cojín, con el que estaba tratando de protegerse, utilizándolo como si fuese “una pequeña barrera ante el mundo que la pueda contemplar”.
Fue ganando confianza
Aunque los cojines siguen formando parte del resto de vídeos ahora lo hacen como meros elementos decorativos y es que se aprecia cómo ha ido ganando confianza ante la cámara.
Una puerta a su vida
Ya sin reparos, Alejandra mostró su primer cambio evidente, pasó de tratar de esconderse a compartir algunas historias personales, mostrar los rincones de su casa y presentar a dos personas muy importantes para ella: su madre y su novio.
De lo más natural
“No parece forzada a hacer o decir lo que sucede en sus vídeos”, sentencia el experto en comunicación no verbal, que se basa en que sus momentos alegres y de enfado “van acompañados de microexpresiones faciales coherentes con las emociones que expresa verbalmente y que son incontrolables a nivel consciente, es decir, no está interpretando un papel”. Es entonces cuando se empieza a conocer a la verdadera Alejandra.
Va al grano
En su forma de expresarse también hay pistas de cómo es. La nieta de María Teresa Campos habla con fluidez, de manera clara, concreta, y no se pierde en explicaciones interminables.
Sabe llegar a la gente
Con sus miradas directas a la cámara y sus muchas sonrisas, la hija de Terelu Campos consigue contagiar su optimismo y hacer que su mensaje sea creíble.
Es una chica tímida
A pesar de que cada vez se abre más, Alejandra es tímida. Así lo refleja su lenguaje no verbal y es que tiene tendencia a “ocupar poco espacio con su cuerpo y mantener sus brazos y manos en contacto con este, lo que es propio de personas más tímidas”, dice José Luis.
Y muy cariñosa
Su madre dejó claro en uno de sus vídeos que su hija no es muy cariñosa, el experto desvela que, en el fondo, sí lo es. Tan solo hay que fijarse en que utiliza el sentido del tacto cuando quiere mostrar su aprecio por algo. Esto se puede ver “desde el cojín del primer vídeo o en el elefante de peluche, hasta su madre, su novio e incluso recuerdos y fotos de las paredes. Es una conducta asociada a personas cargadas de cariño”, afirma a SEMANA Martín Ovejero.
Un proceso que le ha costado
La conclusión del experto en comunicación no verbal es clara, Alejandra es una chica natural y sincera que ha tenido que hacer un esfuerzo para mostrarse al mundo. “Creo que no le ha debido resultar sencillo comenzar abriendo su vida al mundo, si bien ha llegado a un punto en que controla lo que muestra y lo que no, y eso le da seguridad y le hace disfrutar de lo que ahora está haciendo”, sentencia.