La colaboradora de ‘Así es la vida’ ha hablado sobre los objetos que se ha encontrado en el hogar de su abuela para su grata sorpresa.
Más de un mes después de la muerte de María Teresa, las Campos se han visto obligadas a afrontar uno de los episodios más duros. Carmen Borrego, Terelu Campos y Alejandra Rubio han vuelto a la casa de la periodista para quedarse con objetos, guardar otros de incalculable valor sentimental e incluso subastar algunos. Un momento del que Revista SEMANA se ha hecho eco en su último número, disponible tanto en kioscos como en su versión online, y del que la nieta de comunicadora ha hablado en su última aparición pública.
Carmen Borrego ha sido quien primero ha tomado la palabra para confesar que el primer día que entró en el hogar de María Teresa Campos fue “muy duro”. Aun así, ha admitido que le dio paz “estar con sus cosas y con su olor”, ya que tener ciertos objetos de su progenitora consigo “hace que ella ya no esté tan lejos”. Un testimonio de lo más emotivo que ha continuado su sobrina, que ha asegurado haberse llevado “un traje”, pero “sobre todo” libros de la casa de su abuela, ya que fue esta última quien le inculcó su pasión por la lectura.
Alejandra Rubio y una pasión por la moda apoyada por su abuela
Lo que no podía llegar a imaginar Alejandra Rubio es que, en su primera toma de contacto con el domicilio de María Teresa tras su triste pérdida, encontraría cosas impensables. Entre ellas, una carpeta llena con los dibujos que la hija de Terelu Campos hacía de los vestidos de su abuela. Una serie de diseños que la colaboradora de ‘Así es la vida’ preparaba con ilusión para la emblemática presentadora, y con los que dejaba entrever que estaba dispuesta a dedicarse a la moda.
Por su parte, la hija menor de la matriarca de las Campos recordaba con añoranza aquellas situaciones en las que su sobrina cogía lápiz y papel para sorprender a su abuela con sus dibujos. Para María Teresa, su nieta tenía un talento innato en todo aquello relacionado con la confección de ideas estilísticas, y aunque no ha continuado trabajando en esta habilidad, sus más allegadas no olvidan sus bocetos.
A estos dibujos se suman también unas notas que Alejandra y María Teresa intercambiaban. El sueño de la joven no era otro que hacer un programa con su abuela cuando adquiriera las capacidades para ello. Tanto es así, que incluso se animó a llevar una serie de escritos con ideas cuando la visitaba, los cuales la comunicadora completaba con una puesta en común que ya forma parte de sus anécdotas familiares. Pero la influencer no ha sido la única que ha encontrado textos que tienen que ver con ella. Su tía Carmen también ha hallado algo que su madre escribió recientemente: “He encontrado algún escrito, es lo que más me ha consolado y lo que más me ha gustado”, ha indicado.
La inquebrantable relación entre María Teresa Campos y su nieta
La unión entre Alejandra Rubio y su abuela nunca ha sido un secreto. Siempre que ha tenido oportunidad, la joven ha presumido del estrecho vínculo que durante sus 23 años de vida la ha acercado a María Teresa Campos. Aunque haya podido haber tempestades dentro de la familia, si hay algo que ha permanecido intacto ha sido el cariño entre la conocida presentadora y su nieta. Es por ello que era esta última quien hablaba en nombre de la familia horas después de la muerte para ensalzar la labor de la fallecida en vida: “Ella siempre ha tenido consejos para mí, me ha dicho lo que tenía que hacer y lo que no y me fiaba de todo lo que me decía. Ojalá seguir siguiendo su camino y que esté orgullosa de todas nosotras”, pronunciaba.
Para homenajear a la matriarca del clan Campos, Alejandra hizo uso de sus redes sociales, en las que abrió su álbum de fotos inéditas con María Teresa. La joven compartió con sus seguidores un carrusel de imágenes en las que abría su corazón como nunca antes. Además, también escribió una desgarradora carta en ABC con la que rindió un particular tributo a su abuela para demostrar que su recuerdo siempre va a estar presente tanto en su vida como en la de su madre y su tía.