Un oso negro ha sido visto en las inmediaciones de la casa de Harry y Meghan Markle y ya han alertado de ataques a casas de sus vecinos. El peligro lleva latente desde hace meses
El príncipe Harry de Inglaterra y su esposa, Meghan Markle, cuentan con una larga lista de enemigos públicos, aunque no todos les deseen ningún mal por motivo alguno. La figura de los duques de Sussex es atractiva para el mundo entero, lo que hace que todos fijen en ellos su atención, dando pie a que cada paso que den sea analizado con ojo crítico. De ahí que parezca que vivan un calvario entre el acoso de los medios sensacionalistas británicos, las críticas de voces anónimas en las redes sociales y la incomprensión y distanciamiento con algunos miembros de la familia real británica. Sin embargo, la amenaza con la que se han topado ahora el príncipe Harry y Meghan Markle no es tan emocional, sino física, porque un oso ronda su casa y se producirse un encuentro entre la familia y el plantígrado, puede suceder lo peor.
Un oso negro salvaje ha sido localizado rondando las inmediaciones de la mansión que los duques de Sussex adquirieron en Montecito, una de las zonas más exclusivas de Santa Bárbara, en California. Tal y como se ha descubierto ahora, el oso se ha instalado en el Rancho San Carlos, un espacio natural cercano a la vivienda en la que el príncipe Harry, Meghan Markle, su hijo Archie y su amplio equipo de personal viven desde el pasado verano. Desde hace unos días, las cámaras de seguridad que protegen el exclusivo barrio y a sus residentes han captado las visitas de este oso negro, atraído por los gallineros que algunos vecinos han instalado en sus amplios jardines. Un reclamo que pone en peligro a todo aquel que pueda toparse con el animal.
El Departamento de Pesca y vida Silvestre del Estado de California ha informado de que es conocedora de esta inesperada visita de un oso negro al barrio en el que se levanta la mansión del príncipe Harry y Meghan Markle. De hecho, le han captado ya atacando a las gallinas de algunos vecinos y volcando los contenedores de basura en busca de algún sabroso manjar. Al estar buscando comida, la presencia del oso en la zona es muy peligrosa para los vecinos, dado que podrían sufrir un ataque si se produce un encuentro y el animal se siente amenazado.
No obstante, pese a esta alarma detectada en el exclusivo barrio, poco o nada se puede hacer más que esperar a que el oso decida emplazar su coto de caza alejado de la civilización, aunque se está tomando su tiempo, al tenerse constancia de los primeros avistamientos desde el mes de julio, cuando se recibieron las primeras llamadas de los vecinos alertando de la presencia de un escandaloso visitante. Como deben convivir con el peligro, desde el citado departamento han ofrecido consejos a los vecinos para minimizar el peligro existente: “Los osos se sienten atraídos por los olores fuertes, por lo que recomendamos a los residentes que cierren bien sus basuras y limpien bien las barbacoas”, aconseja Tim Daly, portavoz del Departamento de Pesca y Visa Silvestre del estado de California. Además, recuerda que si alguien se encuentra de frente a un oso de grandes dimensiones como el que visita la casa del príncipe Harry y Meghan Markle no deben establecer contacto visual y deben marcharse sin hacer movimientos bruscos, sin correr y tratando de no alarmar al animal para que no se sienta amenazado.
Los residentes a los que hace alusión el Departamento no solo son el príncipe Harry y Meghan Markle, sino que también hay un amplio abanico de grandes fortunas entre los vecinos. Más allá de multimillonarios anónimos, los duques de Sussex conviven con la presentadora Oprah Winfrey, la cantante Ariana Grande o las actrices Ellen DeGeneres y Gwyneth Paltrow, además de ahora del famoso oso negro salvaje, que les está robando la fama a sus desesperados anfitriones. Un exclusivo barrio en el que el precio de la vivienda establece la mejor criba para que sus vecinos vivan entre iguales, al que el príncipe y la actriz accedieron tras desembolsar los correspondientes 12,5 millones de euros que pedían por su mansión.
Un alto precio no solo justificado por la exclusiva zona y por sus ilustres vecinos, sino también por sus ingentes dimensiones y todos los lujos que ofrece en su interior, entre sus 9 habitaciones, 16 cuartos de baño e incluso una casa extra para recibir visitas. Cancha de tenis, piscina de grandes dimensiones, gimnasio completamente acondicionado, una casita exclusiva para tomar el té e incluso su propia sala de cine. Todo lo que haga falta para cubrir sus necesidades sin que tengas que salir al exterior, con lo que así evitan encontrarse con el oso negro y, de paso, también con la prensa que sigue sus pasos con religiosidad para dar cuenta pública de sus movimientos al mundo.