Para muchos estadounidenses, Oprah Winfrey es una diosa de la comunicación. Un ente divino. Sin embargo, en su última actividad pública demostró ser un mortal más, más allá de la fama y la fortuna que respaldan su amplio poder. La presentadora ha protagonizado una aparatosa caída al suelo sobre el escenario en el que se encontraba ofreciendo una conferencia. Un accidente leve que no tuvo mayores consecuencias, tan solo una magulladura en el ego y la propia imagen, pero que con el paso del tiempo sanará.
Lo curioso de la caída viral de Oprah Winfrey es que en ese momento de la conferencia, la afamada presentadora estaba hablando sobre lo importante que es mantener el equilibrio: “Bienestar, para mí, significa que todo está en equilibrio. Y el equilibrio no significa que todas las cosas sean iguales o estén en paz en todo momento”, decía justo antes de acabar por los suelos tras perder, precisamente eso que tanto valor tiene para ella, el equilibrio.
Como es una profesional de los medios y sabe manejar a la perfección situaciones incómodas, Oprah Winfrey supo restarle hierro al asunto y mientras se recomponía de su caída hizo gala de su sentido del humor: “¡Zapatos equivocados!”, dijo con gracia, haciendo que el público rompa en carcajadas y aplausos ante su buen hacer. Y es que por algo Oprah Winfrey es considerada por muchos como una diosa, lo que aquí podría ser María Teresa Campos a nivel profesional, pero sin esa vertiente mediática afín a la prensa rosa que tanto ha desgastado su imagen pública.