Puede que el concepto de creadores de contenidos sea algo muy del siglo XIX, pero sus primos "mayores", los influencers, llevan mucho tiempo entre nosotros, más del que nos imaginamos. Porque admitámoslo, personas que destacan y a las que los demás quieren imitan ha habido siempre. Pero si además nos circunscribimos al mundo de la belleza o lo que ahora se llama lifestyle...

De Cleopatra a Sisi

Vale, no vamos a remontarnos a Cleoplatra, reina de Egipto en el 40 a. C y sus legendarios baños en leche de burra, pero ya en el siglo XVIII teníamos a Madame Pompadour y la malograda María Antonieta, y cien años después destacaba una adolescente y bella princesa bávara conocida que llegaría a ser emperatriz de Austria y reina consorte de Hungría. ¿Su nombre? Elizabeth Amelie Eugenie Herzogin in Bayer, aunque todos la conocieron como Sisi. 

Ahora que en Cosmo hemos podido disfrutar de la segunda temporada de la serie "Sisi: Emperatriz de Austria" (y recuperar la primera) es el momento ideal para recordar hasta qué punto aquella joven se convirtió en un referente de su época. Y sobre todo influyó en las generaciones posteriores. Aunque en esto último también tuvo mucho que ver la serie de películas protagonizadas por  la bellísima Romy Schneider en la década de los años 50 del siglo pasado. Por cierto, en esas películas aparecía como Sissi, con dos eses, y durante mucho tiempo se escribió así.

Sisi Emperatriz

Sisi (Dominique Devenport), entre Francisco José I (Jannik Schumann) y el conde Andrássy (Giovanni Funiati) en la segunda temporada de la serie que emite Cosmo.

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En la ficción siempre se ha incidido mucho en la historia de amor de Sisi con su marido, Francisco José I, aunque en la vida real al parecer la cosa no fue tan idílica. Ella era una joven rebelde, la cuarta de los diez hijos del duque de Wittelsbach, que creció rodeada de naturaleza en el bucólico castillo de Possenhofen. Por eso cuando llegó a la rígida corte de Austria, y conoció a su suegra, la feroz archiduquesa Sofía, se le vino el mundo encima. 

Una boda por amor

Y sí, se casó enamorada, pero su marido no tardó en serle infiel, y ella buscó consuelo en los viajes, la poesía, el deporte en general y al aire libre en particular...

El deporte era algo fundamental en su vida y en eso sí que fue una adelantada a su época. Practicaba la natación, la esgrima, montaba en bicicleta (que aprendió cuando ya tenía más de 50 años), hacía senderismo y además era una excelente amazona. Aunque en su caso no era tanto una cuestión de salud como de estética.

Porque Sisi estaba muy preocupada con su físico, rayando casi en la obsesión, un problema también muy del siglo XXI. Era una mujer bastante alta para su época, medía casi 1,75 metros y pesaba 50 kilos... Subir de ahí le suponía un drama y mantenerse tampoco era fácil.

Una cintura de 47 cm.

La emperatriz presumía de una cintura minúscula, de apenas 47 centímetros, que conseguía con corsés superapretados que apenas la dejaban respirar, pero es que además apenas comía.

Sisi

La emperatriz estuvo toda su vida obsesionada con su físico.

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Llevaba una dieta muyestricta para mantenerse delgada y además, y en eso volvía a ser una moderna, practicaba el ayuno intermitente. Pasaba largas temporadas haciendo solo una comida al día, y bastante frugal, que combinaba con ejercicios cardio y de fuerza hasta que quedaba extenuada. Todo para mantener la imagen perfecta que pensaba que sus súbditos esperaban de ella, la que creía que debía tener...

Tenía un TCA

Un peligroso error que aún hoy en día se mantiene, aunque ahora le hemos puesto nombre. Sisi tenía un trastorno de la conducta alimenticia de manual, una relación tóxica con la comida que en muchas ocasiones esconde o enmascara otros problemas.

Y por eso cuando de vez en cuando sucumbía a la tentación y se permitía el lujo de tomarse una cerveza o algún dulce, que le encantaban, luego se sentía culpable y necesitaba quemarlo, haciendo aún más ejercicio.

Su larguísima melena

Además de su esbelta figura, otro de los rasgos más destacados de la emperatriz era su espectacular melena, que se recogía en complicados peinados pero que, cuando soltaba, le llegaba casi hasta el suelo. Para mantenerla bonita le dedicaba varias horas de cuidados al día, sus sirvientas preparaban mascarillas caseras hechas con cera de abejas, aceite de linaza, miel, claras de huevo... y también perfumes a base de aceites esenciales y flores que además de hacer que la melena oliese maravillosamente bien le aportaban brillo.

Sisi Emperatriz

La emperatriz estaba muy orgullsa de su pelo, cuando lo soltaba, la melena le llegaba casi  a los tobillos

Gtres

Y en su lucha por mantenerse joven y bella también utilizaba cremas faciales y corporales, su favorita era una a base de fresas trituradas y (algo bastante menos agradable) se ponía carne cruda en la cara para que luciera tersa y resplandeciente. Aunque no tenemos muy claro hasta que punto le compensaba tanto sacrificio porque era tan exigente consigo misma que dejó casi de posar para las fotos y a partir de los 32 años hay muy pocas imágenes suyas.

¿Y en cuestión de moda? A la hora de vestir también tenía las ideas muy claras. Le encantaban los vestidos con lo que hoy llamaríamos escote Bardot, mucho antes de que naciera Brigitte Bardot y se inventara ese término y potenciaba su figura ciñéndose esos corsés de los que ya hemos hablado, hechos con ballenas o varillas tan rígidas que limitaban su libertad de movimientos. Algo que tuvo mucho que ver con su muerte, por cierto.

Sisi Emperatriz

Además de en Alemania, su país de origen, y en España, la serie "Sisi: Emperatriz de Austria" ha cosechado un gran éxito en Italia, Francia...

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Sisi tenía 60 años cuando falleció, ypara entonces ya había sufrido el mayor dolor que vive una madre: la pérdida de su único hijo, Rodolfo, que se suicidó en 1989, con 30 años, junto a su jovencísima amante de 17 años, la baronesa María Vetsera.

La muerte de su hijo

Dos muertes que siempre han estado envueltas en un halo de misterio. Se le llamó "el crimen de Mayerling" , ha inspirado libros y películas y aún hay quien, a día de hoy, apunta a que fue en realidad un complot político y no un pacto-suicidio pasional.  

Tras la tragedia, Sisi abandonó Viena, se vistió de luto y se hundió en una profunda depresión. Ser fotografiada pasó a convertirse ya en una fobia y de esa ápoca apenas hay constancia. Y sin embargo, la gente se volvía loca cada vez que la veía por la calle, aunque ella intentase pasar inadvertida. Pero su presencia atraía a las masas, cual estrella de cine o influencer actual.

Sisi Emperatriz

A partir de los 32 años, Sisi decidió que ya no quería posar para las fotos y apenas quedan imágenes suyas.

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El 10 de septiembre de 1898, apenas año y medio antes de que se estrenara el siglo XX, la emperatriz Sisi se encontraba paseando cerca del Lago Lemán, en Ginebra,cuando un desconocido tropezó con ella.

Su muerte

En realidad era un anarquista italiano, Luigi Lucheni,, que fingió ese encontronazo para atacarla, clavándole un finísimo estilete en el corazón. Pero ella llevaba tan apretado el corsé que en ese momento ni se enteró. 

Siguió paseando con su dama de compañía y solo cuando llegó al barco en el que estaba de crucero fue cuando empezó a sentirse indispuesta. Cuando el médico de a bordo la atendió y le desabrocharon el vestido para que pudiera respirar mejor, le vieron la herida. falleció poco después.

Sisi Emperatriz

Sisi se convirtió en un fenónemo en los años  50 y 60 por las películas protagonizadas por la bellísima Romy Schneider y Karlheinz Böhm.

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Ella siempre decía que quería serenterrada en su palacio de la isla griega de Corfú, pero al final no fue así. Sus restos descansan en la Cripta Imperial de la Iglesia de los Capuchinos, en Viena. Junto a ella, están también la tumba de su hijo y de su marido, Francisco José I, que murió 18 años después.