Todas las redacciones de Reino Unido y parte del extranjero esperaban un nuevo movimiento de Kate Middleton (42 años). Tras varias semanas retirada de la vida pública ha reaparecido en sus redes sociales por un motivo de peso: felicitar a su hijo Louis el día de su sexto cumpleaños. Foto que, por cierto, carece de edición y retoques y en la que no hay ni rastro de ella, lo que confirma que, de nuevo, ha cumplido con la tradición.
Tal y como hemos analizado en SEMANA, la princesa de Gales en los últimos cinco años felicitaba a su pequeño con un primer plano de su rostro. Fue solo durante el 2023 cuando se incluyó en la instantánea y apareció junto a Louis. La única vez, por cierto, en la que Kate prefirió posar y no ser la artífice de la imagen. Nada que ver con este 2024 cuando ella ha dado de nuevo un paso atrás, dejándole a Louis su lugar y recordando a la sociedad qué es para ella lo más importante: su familia.
Kate Middleton solo un año posó con su hijo el día de su cumpleaños
Cumple así la tradición que le había acompañado año tras año, a excepción del pasado, pero rompe una que hasta ahora estaba presente. Nos referimos a la hora en la que Kate y Guillermo han compartido el post de Instagram, pues por primera vez han optado por hacerlo durante la tarde del cumpleaños de Louis. A pesar de que hasta ahora hacían públicas este tipo de imágenes de la Familia Real en la medianoche del día en cuestión, este martes lo han querido retrasar.
Una cuestión aparentemente sin relevancia, pero que para los expertos tiene su sentido. La enfermedad de Kate Middleton y el tratamiento de quimioterapia que está recibiendo llevan al núcleo a un momento "sin precedentes", lo que quizás les haya llevado a no tener prisa por volver a las redes sociales.
Con casi 16 millones de seguidores en sus redes sociales han sido muchos los medios que se han hecho eco de su retorno. Al igual que de las palabras utilizadas, así como de la imagen tan entrañable que Kate y Guillermo han elegido esta vez. Tumbado sobre un césped, nadie duda que él y sus hermanos son la mejor medicina para Kate Middleton.
Son conscientes de la expectación, de los titulares que generan y de todos los ojos que hay puestos en ellos, por lo que ahora más que nunca miran cada detalle. Del mismo modo lo hace su equipo de comunicación, aquellos que se ocupan de que su imagen no se vea deteriorada. Es, por ello, que Kate ha preferido centrarse en su hijo, obviando así el delicado momento que atraviesa la familia.
Los detalles desconocidos sobre la foto de Louis, el hijo de Kate que acaba de cumplir seis años
Pero, ¿qué más se sabe de esta imagen que tanto ruido hace en redes sociales? Ha sido tomada en Adelaide Cottage, la residencia de los Príncipes de Gales, y muestra la versión más natural de su hijo. Pura inocencia, dos dientes rotos y una mirada fija a cámara han servido para agradecer a todos los miles de mensajes de felicitación recibidos en las últimas horas. "'¡Feliz sexto cumpleaños, Príncipe Luis! Gracias por todos los amables deseos de hoy", escriben Kate y Guillermo en su cuenta oficial de Instagram.
Fue el pasado mes de marzo cuando Kate Middleton apareció por última vez en el universo 2.0. El enclave elegido fue el castillo de Windsor, una escena medida al detalle que la convirtió en cuestión de segundos en tendencia. Anunció entonces que padecía cáncer y que desde el pasado mes de febrero estaba recibiendo un tratamiento con el que estaba segura de que vencería la enfermedad.
El impacto de Kate Middleton en las redes sociales: las cifras de alto impacto
Cinco millones de reproducciones y 300.000 comentarios en un mismo post ayudan a ver el alcance de esta pareja. Sobre todo desde que Kate se alejara tras someterse a una cirugía abdominal de la que ni ella ni su familia quisieron dar detalles. Al menos en un principio. No les quedó más remedio que pronunciarse y confesar cuál había sido realmente el problema de salud que le obligaba a estar de baja médica durante meses.
Esta vez optarán por pasar un día en familia, recibiendo visitas únicamente de su círculo íntimo. Un día a día al que los pequeños se han acostumbrado y cuya rutina no ha supuesto un problema para ellos.