Las cuestiones de salud mental poco a poco se van poniendo sobre la mesa y es que este tipo de enfermedades o trastornos cuentan con cierta reticencia social y no son del todo comprendidos. Las personas que lo sufren no solo deben hacer frente a los estragos de su afección, sino también a las asperezas de las personas que no comprenden a ciencia cierta qué les sucede o minimizando sus problemas al no comprenderlos. Es ahí donde Sarah Ferguson ha dado un paso al frente, ofreciendo su propio testimonio como persona aquejada de problemas mentales, para tratar de liberar a la sociedad de esta lacra y así buscar el justo amparo que los enfermos requieren.
Después de que Simone Biles, una de las gimnastas estadounidenses más aclamadas, anunciase que se retira de la competición en plenos juegos olímpicos en Tokio ha vuelto la mirada en los problemas mentales. Tenía ansiedad y esta no le dejaba disfrutar de su gran pasión: “Tengo que centrarme en mi salud mental”, aseguraba, cosechando numerosas muestras de apoyo por todo el mundo y rescatándose otros ejemplos de personas de amplia trayectoria mediática que han sido víctimas de esta situación. Y es que hablar de problemas mentales es jugarse la posibilidad de no ser entendido o que sean muchos los que condenen su caso. De ahí que cada testimonio cuente, como así ha querido sumarse ahora la propia Sarah Ferguson, nuera de la reina Isabel II de Inglaterra.
La pandemia del coronavirus ha acrecentado los males mentales, especialmente el estrés, la ansiedad y la depresión. También en Sarah Ferguson, que asegura que los 18 meses que llevamos en crisis sanitaria le han hecho reflexionar mucho sobre la salud mental, aunque ella lleva en tratamiento psiquiátrico desde hace muchos años atrás.
La duquesa de York es clara a la hora de hablar de su propio caso: “Tenía y sigo teniendo problemas de salud mental, en los que trabajo literalmente todos los días. Realmente los tengo y he estado en terapia durante 24 años”, confiesa Sarah Ferguson sin reparos en una entrevista a la revista ‘Hello’. La esposa del príncipe Andrés, futuro duque de Edimburgo si su hermano, el príncipe Carlos, finalmente cumple la última voluntad de su padre, asegura que “a veces hablo con mi terapeuta semanalmente y luego cuando la cosa se pone difícil, trato de comprender la negatividad de los demonios de mi mente”.
Sara Ferguson reconoce sin miedos que “hay sombras muy oscuras, por supuesto, para cualquiera que sea tan creativo como yo, pero también hay luces claras, y todo ellos viene incluido en el pack de Sarah”. Parte de estos problemas en su salud mental recae en un sentimiento de abandono que sufrió por parte de su madre, así como por culpa de la presión mediática, menos agresiva que con la princesa Lady Diana, pero que también se cebó con crudeza en ella con “hirientes titulares”. Fue por eso que decidió que necesitaba contar con ayuda profesional para digerir lo que por su mente sobrevolaba, ayudándola a vivir una existencia más plena y equilibrada, aunque no libre de bajones y épocas oscuras.
El abandono materno del que hace alusión Sarah Ferguson se produjo cuando su madre Susan dejó a su padre, Ronald Ferguson, tras 18 años de matrimonio. Pero no solo renunció a su esposo, también desatendió a sus hijas, para iniciar una nueva vida al lado del jugador argentino de polo Héctor Barrantes. Años después, tras quedarse viuda, la madre de Sarah Ferguson fallecía en un accidente de tráfico, ahondando aún más ese sentimiento de ausencia que aún le atenaza: “Eso fue hace mucho tiempo y amo a mi mamá. Ella fue criada de una manera en la que no entendía lo que estaba haciendo y no fue su culpa, así que la perdoné”, sentencia al respecto.
La vida sigue y aunque el pasado siempre pisa los talones y a veces se entremezcla con las alegrías del presente, Sarah Ferguson tiene muchos motivos por los que sonreír. Está feliz con la llegada de sus primeros nietos y tras ver a sus dos hijas felizmente casadas con los hombres que han elegido como compañeros de vida. También está viendo cómo su marido recibe su hueco en la familia al recibir el significativo título nobiliario de duque de Edimburgo y, de paso, tiene entre manos una gran ilusión profesional. Esta semana sale a la venta su primera novela, ‘Su corazón por una brújula’. Es la primera, pero espera lanzar al mercado literario más títulos y es que, en colaboración con la escritora Marguerite Kaye, está preparando una serie de novelas románticas e inmersivas que ahonda en lo más profundo del ser humano y el amor.