Los reyes Guillermo y Máxima de Holanda han citado a los medios de comunicación para levar a cabo el tradicional posado invernal de la Familia Real. Como cada año, el lugar escogido ha sido la estación de esquí de Lech (Austria), donde suelen disfrutar de la 'semana blanca'. Pero esta vez ha tenido un tono distinto. No solo se han presentado los monarcas y sus tres hijas, sino que también les acompañaban la madre del rey, la princesa Beatriz; su hermano, el príncipe Constantin, y la esposa de este, la princesa Laurentien, y los hijos de la pareja: la condesa Eloise, el conde Claus Casimir y la condesa Leonore.
Así pues, se trata de uno de los posados más multitudinarios que se recuerdan, si no el más. Y también de los más divertidos. Y es que toda la familia se mostró especialmente relajada, con mención especial a los más jóvenes. Las hijas de los reyes y sus primos estaban encantados de compartir esta jornada en la nieve y por eso no faltaron gestos, risas y bromas entre ellos. No hay duda de que les une una gran complicidad.
Tanto la abuela como los respectivos padres sonreían orgullosos a su lado, y tampoco se quedaron atrás contribuyendo a este buen ambiente. Guillermo y Máxima nos ofrecieron las estampas más románticas, posando abrazados y mirándose tiernamente. Luego también con sus hijas: Amalia, Alexia, Arianne, tres guapas adolescentes a las que nunca les falta la sonrisa. En eso se parecen a sus padres. Por cierto, fue la mayor, la princesa heredera, la que posó con su papá mostrándole un cariño capaz de derretir la nieve. Esto es lo que dio de sí una sesión inolvidable, y desde luego nada fría.