Del mismo modo que Felipe VI el pasado 24 de diciembre a las 21:00 horas de la noche, Carlos III ha pronunciado su tradicional discurso de Navidad. Lo ha hecho de una manera muy distinta a las anteriores y dirigiendo especialmente la atención a los profesionales sanitarios que trabajan sin descanso por el bien común, pues en este año de lucha contra el cáncer, ha podido ver muy de cerca la gran labor que desempeñan.
En su tercer discurso como Rey de Inglaterra, Carlos III no ha optado por ninguna de las residencias reales como escenario. Durante más de una década, este discurso navideño se había llevado a cabo en las distintas casas con las que cuenta el monarca dentro de Reino Unido. Sin embargo, ahora se ha decantado por Fitzrovia, una antigua capilla del Hospital Middlesex, para así hacer más poderoso si cabe el mensaje que quería transmitir a los ciudadanos.
El objetivo del monarca no era otro que dar su mensaje en un lugar especial y que tuviera una conexión con el ámbito sanitario por el tratamiento contra el cáncer que está recibiendo. Además, el enclave mencionado guarda cierta relación con su abuelo, Jorge VI, que colocó la primera piedra del edificio en el año 1928. Por ello, una gran parte de su testimonio ha ido dirigido “a los miles de profesionales y voluntarios en el Reino Unido y en toda la Commonwealth que, con su habilidad y la bondad de su corazón, cuidan a los demás, a menudo a un costo para ellos mismos”.
Carlos III recuerda en su discurso de Navidad las "formas de sufrimiento" a las que todos se enfrentan a lo largo de su vida
Tal y como él mismo ha confirmado, a día de hoy está haciendo frente a un bache en su vida por el que han pasado miles de personas de todos los rincones del planeta: “Todos pasamos por alguna forma de sufrimiento en alguna etapa de nuestra vida, ya sea mental o físico. El grado en que nos ayudamos unos a otros -y recibimos apoyo de los demás, seamos personas de fe o no- es una medida de nuestra civilización como naciones”, ha dicho, dejando entrever que, el cariño de las personas de alrededor es fundamental para hacer frente a cualquier contratiempo.
Después, llegaba el momento de dar las gracias a los profesionales sanitarios: “Desde el punto de vista personal, quiero expresar un agradecimiento especial y sincero a los médicos y enfermeros desinteresados que, este año, me apoyaron a mí y a otros miembros de mi familia en las incertidumbres y ansiedades de la enfermedad, y contribuyeron a proporcionar la fuerza, el cuidado y el consuelo que necesitábamos”. Tampoco ha olvidado a quienes le ofrecieron “sus amables palabras de simpatía y aliento” en los momentos más complejos.
Como no podía ser de otra manera, también ha hecho referencia a las guerras existentes en algunos puntos del planeta: “En este día de Navidad no podemos dejar de pensar en aquellos para quienes los efectos devastadores del conflicto -en Oriente Medio, en Europa Central, en África y en otros lugares- suponen una amenaza diaria para la vida y el sustento”. Y haciendo gala de su creencia en la Iglesia, ha hecho mención a “las organizaciones humanitarias que trabajan incansablemente para llevar ayuda vital” a los lugares peor parados de cada conflicto.
Como miembro principal de la Commonwealth, el monarca británico ha confesado que “la diversidad de cultura, etnia y fe proporciona fuerza, no debilidad”: “Una vez más, escuchar es un tema recurrente en la historia de la Navidad. María, la madre de Jesús, escuchó al ángel que le reveló un futuro diferente y lleno de esperanza para todas las personas (…) Esto sigue siendo cierto hoy para la gente de buena voluntad de todo el mundo. Y es que con esto en mente, les deseo a ustedes y a todos sus seres queridos una Navidad llena de alegría y paz”, ha concluido.
Estas palabras se han hecho públicas tan solo unas horas después de su esperada reaparición junto al núcleo duro de la Familia Real británica en Sandringham, entre ellos, Kate Middleton. En torno a las 11:10 horas de la mañana, todos ellos se han dirigido a la Iglesia de Santa María Magdalena visiblemente contentos y dejando claro que atraviesan un momento de plena unión pese a que el Príncipe Guillermo decidiera romper con una arraigada tradición familiar, lo que llegó a preocupar a muchos.