El Rey Carlos III ha vuelto a la carga. Tras haber sido diagnosticado de cáncer, el monarca ha retomado su agenda para hacer frente a sus compromisos con la Corona con total normalidad. Un retorno muy esperado no solo por los ciudadanos británicos, sino también por personas de todos los rincones del planeta que han seguido todos los detalles de su evolución.
Con motivo del encuentro con el primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, el Rey Carlos ha reaparecido en el Palacio de Buckingham. La Casa Real británica ha sido la encargada de difundir las primeras imágenes del monarca tras darse a conocer que padece cáncer. Una serie de instantáneas que han dado la vuelta al mundo y que han hecho saltar las alarmas al mostrar cuál es el estado de salud del soberano actualmente.
En esta deseada vuelta al trabajo, el que fuera marido de Lady Di se ha sincerado a la hora de admitir que recibe “tantos mensajes y tarjetas maravillosas” que le “hacen llorar”. El hijo de Isabel II se ha mostrado en todo momento abrumado por el apoyo recibido, aunque es cierto que su aspecto físico nada tiene que ver con el que lucía antes de ser diagnosticado con esta terrible enfermedad.
El aspecto físico del Rey Carlos tras ser diagnosticado de cáncer
Las imágenes en cuestión demuestran que Carlos III ha perdido unos cuantos kilos, probablemente por el tratamiento que está siguiendo para plantar cara al cáncer y también por su dieta. También han llamado especialmente la atención sus manos con rojez, aunque es cierto que siempre han causado un gran debate y que incluso él mismo se ha referido a sus dedos como “salchichas”. Sin embargo, no quiso revelar más detalles sobre los motivos por los que siempre están rojas y que podrían ser síntoma de una dactilitis, una enfermedad que puede ser consecuencia de la retención de líquidos, la artritis, la hipertensión arterial o una dieta rica en sal, entre otras razones.
Al difundir estas fotografías, la Casa Real ha intentado dar total normalidad al asunto. Algo que también deseaba Carlos III, ya que, tal y como pudo saber ‘Daily Mail’, su objetivo no era otro que el de retomar sus quehaceres oficiales lo más pronto posible. Para ello, ha demostrado que sigue plenamente capacitado para mantener las audiencias semanales que solicitó tener con el actual dirigente del Reino Unido. Algo que ha conseguido con creces, ya que durante toda la cita se ha mostrado sereno y atento a las directrices del político, dejando entrever que está dispuesto a seguir viéndole cuando sus respectivas agendas se lo permitan.
2024, el 'annus horribilis' del Rey Carlos en cuanto a salud
Si algo está claro, es que la salud del Rey Carlos ha sido uno de los temas de mayor preocupación en las últimas semanas. Fue hace apenas un mes cuando el Palacio de Buckingham anunció un comunicado con el que aseguraba que el soberano tenía previsto pasar por quirófano para ser operado de un tumor en la próstata. Un tema al que la institución daba la máxima naturalidad para así concienciar a otras personas a que se pusieran en manos de los profesionales pertinentes para prevenir enfermedades: “Como miles de hombres cada año, el Rey necesita someterse a un tratamiento por un agrandamiento de la próstata. La condición de Su Majestad es buena y acudirá al hospital la próxima semana para una intervención correctiva”, indicaba el escrito.
Lo que nadie podía llegar a imaginar es que, tan solo dos semanas después, el pronóstico del monarca daría un giro de 180 grados. El Palacio de Buckingham volvía a emitir un comunicado el pasado lunes, 5 de febrero, en el que se indicaba que Carlos III había sido diagnosticado de cáncer: “Las pruebas de diagnóstico posteriores han encontrado una forma de cáncer. Por consejo de los médicos, pospondrá todos sus compromisos de la agenda oficial”, especificaba el texto.
Las explicaciones de la Corona no quedaban ahí, y en todo momento quisieron ser transparentes con los ciudadanos sobre el estado de salud del Rey: “Durante la reciente estancia del Rey en el hospital para un tratamiento benigno de agrandamiento de próstata, se notificó otro problema por separado. Las pruebas posteriores han acabado identificando un tipo de cáncer”. Sin embargo, no entraron en detalles sobre cuál es el tumor maligno que padece el padre del Príncipe Guillermo, que “permanece positivo con su tratamiento y espera volver a sus compromisos públicos lo antes posible”.