Rania de Jordania ha reaparecido tras su triunfal viaje a Estados Unidos. Y lo ha hecho con un estilo radicalmente distinto. Si para los días que pasó en Washington conquistó a todos con su saber estar y unos looks perfectos, a su regreso a casa ha optado por un tono claramente local. Así que ha retomado sus tradicionales caftanes en un homenaje a la cultura árabe.
La reina acudió a una cita con un grupo de mujeres y pequeños emprendedores de Ma’an durante su visita a Shobak. Rania vestía un caftán verde con detalles en rojo, que recordaba el estampado del pañuelo tradicional, y el pelo recogido en una coleta.Nada que ver con el glamour desplegado en la Casa Blanca y en otras de sus citas americanas. Hay que recordar que viajó a Estados Unidos junto a su marido, el rey Abdullah, y su hijo, el príncipe Hussein, para estrechar lazos y de paso hacer negocios con un país que además es uno de sus mayores aliados.
Este era el primer viaje internacional importante para los reyes tras el supuesto complot organizado para derrocarle, en el que habría participado el propio hermano del monarca, el príncipe Hamzah. Esto desestabilizó la imagen de Jordania, un país esencial en Oriente Medio, ante lo cual el rey manifestó estar "muy dolido". Rania, fiel a su papel como consorte, durante esos días se mantuvo en un discreto segundo plano y posteriormente no ha ofrecido ninguna declaración.
El próximo 31 de agosto Rania de Jordania cumplirá 51 años y continúa ocupando lo más alto de las 'royals' más elegantes del mundo. Durante su reciente visita a Estados Unidos encandiló con unos looks de corte occidental totalmente adecuados para su función: blusas lady, faldas midi... Apostando por grandes marcas del lujo occidental, pero también por algunas firmas de jóvenes diseñadores árabes.
En esta ocasión, Rania recuperó el caftán. No es la primera vez, por supuesto. De hecho, en los últimos años ha llamado mucho la atención que cada vez lo usa con más frecuencia. A ella se la criticaba mucho precisamente por dar esa imagen demasiado exclusiva y 'a la occidental', y se propuso enmendar la situación. Parece que lo ha conseguido. En este último compromiso le colocaron por encima el pañuelo árabe, que ella aceptó con mucho orgullo.