Primera imagen de Carlos de Inglaterra con la corona sobre su cabeza

Vamos conociendo los últimos detalles de la Coronación de Carlos III de Inglaterra y su esposa, la reina Camilla. El próximo 6 de mayo se desvelarán todas las incógnitas, cuando dé comienzo la solemne ceremonia en la abadía de Westminster, en Londres. Allí desfilará el monarca para asumir formalmente su corona y el resto de atributos, según un ritual que han adoptado los 'royals' británicos durante siglos. Pero, de momento, ya tenemos la primera imagen de cómo quedará portando la corona sobre su cabeza.

Y es a través de la moneda conmemorativa (de 5 libras) que acaba de lanzarse y que han entregado en persona al propio soberano en el castillo de Windsor. En la cara aparece la efigie del rey Carlos, de lado, luciendo la Corona Imperial de Estado; y en el dorso está grabada la fecha de la Coronación con los atributos de su poder. 

El heredero que más ha esperado para subir al trono, hasta los 74 años, será el gran protagonista de un momento histórico. Aparte de los 2.000 invitados presentes, el resto del mundo será testigo a través de la emisión televisiva del evento, a cargo de la cadena pública BBC. Sin embargo, hay un momento muy concreto que Carlos ha preferido reservarse para la intimidad y que quedará al margen de las cámaras.

Se trata del momento de la unción, en la que el soberano británico es ungido con un aceite especialmente traído de Tierra Santa. La ceremonia, dirigida por el arzobispo de Canterbury, empieza con el reconocimiento del soberano, que es presentado y aclamado por el pueblo. Se grita "Dios Salve al Rey". A continuación, este jura solemnemente defender la Ley y la Iglesia de Inglaterra con la Espada del Estado ante él. Tras esto, es ungido, ungido, bendecido y consagrado con el óleo santo. Posteriormente, es coronado y se procede a la entronización invistiéndole con las tradicionales joyas de la corona. Para terminar, el monarca recibe el homenaje de sus súbditos.

Aunque lo cierto es que el rey Carlos seguirá la costumbre de los 39 monarcas que le han precedido en la Historia. Y es que la unción es la parte más sagrada del ceremonial, su auténtico centro, por el que este recibe simbólicamente la divinidad directamente de Dios. En este momento, el rey se quita su túnica carmesí y se sienta en la silla del rey Eduardo, que data de 1300 y la han utilizado todos los soberanos desde 1626. Esta se sitúa bajo un dosel de seda o tela de oro que sostienen cuatro Caballeros de la Orden de la Jarretera.

El arzobispo toma una ampolla en forma de águila dorada, por cuyo pico se vierte el aceite en la Cuchara de Unción de plata dorada del siglo XII, que la pieza más antigua de las Joyas de la Corona que se conserva, para ungir al rey en forma de cruz en las manos, el corazón y la frente.

Aunque a principios de año se barajó la posibilidad de que se iba a permitir un dosel al aire, que dejase ver este ritual a los espectadores, parece que el rey Carlos ha decidido finalmente que este instante se mantenga en privado, tal y como afirma el diario The Mirror. El monarca seguirá la tradición de su madre, la reina Isabel II, cuya Coronación fue televisada por primera vez en la historia, pero igualmente 'fundiendo a negro' y dejando para la intimidad su unción.

Carlos III ha modificado algunos puntos de su Coronación, que será más 'modesta' y corta que la de su madre, celebrada aquel 2 de junio de 1953. Habrá menos invitados y un desfile por las calles de Londres más reducido... pero no cambiará un ápice de su secular ritual.