La Corona británica no está pasando por su mejor momento. El pueblo británico se está mostrando muy crítico con el heredero al trono después de que se tomara unas vacaciones mientras que su padre, el rey Carlos III, ha seguido haciendo frente a una serie de compromisos tras sufrir un ingreso de urgencia a consecuencia del tratamiento contra el cáncer al que se está sometiendo. Ese susto de salud del soberano hizo saltar todas las alertas, pero, afortunadamente, ha podido retomar sus compromisos reales, aunque con "pequeñas modificaciones". Más allá de las cuestiones de salud, que han sido muy preocupantes en los últimos meses también por la enfermedad que ha sufrido Kate Middleton, ahora ve la luz un informe que confirma que la Familia Real británica  ha sido el blanco de más de 500 acosadores en los últimos tres años. 

El Centro de Evaluación de Amenazas Fijadas de la Policía Metropolitana de Londres ha revelado la escalofriante cifra que ha puesto en peligro a la Familia Real en los últimos tres años, siendo la más alta de los últimos tiempos. Los oficiales de protección especializados que custodian a la Familia Real han identificado a casi 500 acosadores potenciales en los últimos tres años, y 35 de ellos representan el mayor nivel de riesgo. El número de los más peligrosos aumentó en 24 en los tres años anteriores, mientras que el número potencial de acosadores aumentó de 433 a 480.

Familia Real Británica

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La Familia Real británica ha estado en el punto de mira de más de 500 acosadores en los últimos años

A pesar de ello, todos ellos fueron identificados por el equipo de Protección de la Realeza y Especialistas de la Policía Metropolitana, quienes son los encargados de proteger a la realeza y sus residencias, además de los ministros del gobierno. Según el mencionado informe, desde el equipo de seguridad de Buckingham se sigue la pista de entre 50 y 100 personas, ya que consideran que "podrían representar un riesgo significativo". En muchas ocasiones, estos posibles acosadores, padecen enfermedades mentales y son bastantes inexpertas, por lo que las amenazas o intentos de ataque se quedan en un susto y en el hecho de verse obligados a activar los protocolos de protección a los diferentes miembros de la Familia Real británica. En alguna ocasión, incluso han revelado el objeto de su fijación e incluso su nombre completo y dirección, por lo que la detención es imposible de esquivar. 

Sobre el peligro en el que se encuentra la Familia Real británica de manera constante se ha pronunciado Dai Davies, exjefe del comando de protección real de la Policía Metropolitana: "Desafortunadamente, siempre habrá personas perturbadas que quieran perjudicar a la Familia Real. La difícil tarea de la policía es determinar cuáles de ellas tienen los medios y la determinación para llevar a cabo cualquier plan", ha dicho a The Mirror. También se ha pronunciado sobre el hecho de que sean potenciales acosadores identificados: "Estos son ​​solo los que se han puesto en conocimiento de las autoridades. Puede que haya muchos más acechando en la sombra. Es imposible que la policía esté completamente segura de eliminar a todas las personas que podrían querer perjudicar a la Familia Real". 

Reina Isabel II

La reina Isabel II.

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Un joven de 19 años fue detenido tras acudir a Windsor a "matar a la Reina", según declaró hace unos años

A lo largo de los años, se han vivido momentos de mucha tensión en las inmediaciones de las residencias oficiales de los diferentes miembros de la Familia Real británica. Uno de los más recientes fue hace unos años, en el 2021, cuando un joven que por aquel entonces tenía 19 años llamado Jaswant Singh Chail, llegó al Castillo de Windsor armado con una ballesta y declaró ante la policía que había acudido a "matar a la Reina". El joven, que trabajaba en un supermercado londinense, declaró que había sido incitado por su "novia", un chatbot de inteligencia artificial. El joven fue detenido en virtud de la Ley de Salud Mental. 

En febrero de 2023, Chail se declaró culpable de un cargo de traición. Varios meses después, el 5 de octubre, un juez lo condenó a nueve años de prisión. En su sentencia, el juez Nicholas Hilliard coincidió con el psiquiatra que trataba a Chail en el Hospital Broadmoor de Crowthorne, en Inglaterra, en que "en su estado mental solitario, deprimido y suicida, habría sido especialmente vulnerable" a la incitación de un chat que él aseguraba que podía ser un ángel.