Hoy 27 de enero tiene lugar la festividad de Santa Devota, patrona de Mónaco. La familia Grimaldi preside las tradicionales celebraciones, con el príncipe Alberto al frente y, a falta de la convaleciente princesa Charlène, muy bien acompañado por su hermana la princesa Carolina.
Si anoche se procedía a la habitual quema de la barca de Santa Devota, cita a la que acudieron los pequeños príncipes Jacques y Gabriella, esta mañana se han celebrado la procesión y la misa en la Catedral. En las escaleras del templo se ha visto al monarca y a su hermana, elegantísima con un abrigo de cuadros y tocada con una boina. Pero también se ha producido una gran sorpresa.
Y es que entre los asistentes se encontraba Nicole Coste. Recordemos que esta mujer, una exazafata de Air France, nacida hace 50 años en el país africano de Togo, mantuvo en su día una relación con el príncipe Alberto, fruto de la cual nació un hijo, Alexandre, que hoy tiene 18 años.
El joven, aunque ilegítimo y fuera de la línea sucesoria, está reconocido legalmente por su padre. Alberto tiene otra hija, Jazmin Grace, de 29 años, nacida de su relación con la estadounidense Tamara Rotolo. Solo los mellizos Jacques y Gabriella, fruto de su matrimonio, tienen consideración institucional. Los cuatro hermanos se ven con cierta regularidad. De hecho, hace poco Jazmin compartió en su Instagram una imagen privada de todos juntos.
Todo esto sería de lo más civilizado si no fuera por los últimos acontecimientos. En unas polémicas declaraciones a un periodista británico, realizadas el pasado diciembre, Nicole no mostraba ninguna empatía con la delicada situación de la princesa Charlène: "No me importa lo que le pase. ¿Por qué debería? Todo lo que le está pasando es el karma".
Según relató a la revista París Match, Charlène habría alojado a su hijo Alexandre en una de sus visitas a palacio en el ala de empleados, lo cual se tomó como una clara afrenta.
La 'venganza' quizás han sido estas declaraciones, que concluía atreviéndose a decir: "El pueblo de Mónaco me quiere más a mí que a la princesa Charlène".
Unas palabras que no sentaron nada bien a Alberto. En la revista francesa Point de Vue, este llegó a valorar que "fue inapropiado, me enfadé al enterarme". Pero al parecer la ha perdonado hasta el punto de invitarla a una festividad pública tan importante como es Santa Devota.
La relación entre Alberto y Nicole se remonta a más de 25 años atrás. Aparte del contacto por su hijo en común, la pareja ha seguido manteniendo su amistad. De hecho, ella no es ajena a la vida social del Principado. Abajo podemos verla durante la Gala de los Océanos, en 2019.
El soberano asistió en 2021 a la fiesta del 50 cumpleaños de Nicole en Londres y, posteriormente, él la invitó a la Gala de la Cruz Roja. Todo ello mientras Charlène aún se encontraba 'varada' en Sudáfrica a causa de una grave infección. Juntos también festejaron, el pasado verano, la mayoría de edad de Alexandre.
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No sabemos qué tal le sentará a la princesa Charlène esta nueva invitación, pero se intuye que no demasiado bien. Nicole ha sido muy dura con ella y, justamente ahora que continúa recuperándose de su salud mental y física lejos del Principado (en una clínica de Suiza), no parece lo más adecuado que esta examante de su esposo se presente en su territorio.