Carolina de Mónaco sustituye a la ausente Charlène en Santa Devota

Santa Devota, patrona de Mónaco, es una de las festividades más importantes del Principado. A ellas nunca falta la familia Grimaldi, pero este año ha tenido una gran ausente: Charlène de Mónaco.

Como sabemos, la esposa del príncipe Alberto se encuentra recuperando su salud en una clínica de Suiza. Por eso mismo, tanto el soberano como sus dos hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, han encontrado una 'sustituta' perfecta: la princesa Carolina de Mónaco.Precisamente fue hace justo un año cuando Charlène asistía a esta misma cita. En ese momento no lo sabía, pero sería el último acto oficial al que iba a acudir. Más tarde se marchó a Sudáfrica para cumplir con unos compromisos relacionados con el medioambiente y allí se vio sorprendida por una grave infección, por la que tuvo que quedarse en el país casi seis meses.

En esta edición de Santa Devota, el monarca ha estado acompañado, además de por su hermana, por sus sobrinos Louis Ducruet y Camilla Gottlieb, hijos de la princesa Estefanía. Además estaba su prima, Mélanie-Antoinette Costello de Massy.

Los pequeños Jacques y Gabriella, de siete años, fueron los protagonistas de la ocasión con su espontaneidad infantil. Como siempre, la princesita mostró su carácter abierto y sin complejos haciendo simpáticos gestos. En un momento incluso llegó a bajarse la mascarilla a causa del calor. También se vieron los gestos de protección entre ellos, abrazados mientras contemplaban el fuego.Y es que Santa Devota se celebra con la tradicional quema de una barca en Puerto Hércules, rememorando la manera en la que llegó la santa a este lugar en el siglo III.

Charlène de Mónaco estuvo muy pendiente de ellos, agachándose para hablarles e interesarse por cómo estaban. Durante la larga ausencia de la princesa Charlène ha sido ella la que se ha puesto al lado de su hermano como la más estrecha colaboradora y, por supuesto, hacer que sus sobrinos no echen tanto de menos a su madre.

Ya lo demostró cuando Alberto estaba soltero, ejerciendo de primera dama oficiosa muchos años, y ahora se ha visto obligada a retomar ese papel. La última gran ocasión en la que ha estado al frente fue el pasado 19 de noviembre en el Día Nacional de Mónaco. En el Principado sigue siendo uno de los Grimaldi más queridos y la perfecta embajadora de su pequeño Estado.