El movimiento del Príncipe Andrés con el que vuelve a desafiar a su hermano, el Rey Carlos III

Hace unos meses, el Príncipe Andrés volvió a protagonizar una nueva polémica a raíz de su relación con un espía chino que había puesto en jaque la seguridad de Reino Unido. Su hermano, el Rey Carlos III, se mostró furioso y Sarah Ferguson obligó a su exmarido a que se alejara del foco mediático. De hecho, causó baja en las celebraciones navideñas de Sandringham.

Cuando parecía que el Rey de Inglaterra había desterrado por completo a su hermano, el padre de Eugenia y Beatriz de York reaparecía sonriente en la misa de Pascua. Una aparición que ha estado en boca de todos y que provocaba que el monarca evitara ponerse cerca de él. En medio de todo este escándalo, el círculo cercano del Príncipe Andrés ha vuelto a poner de manifiesto que mantiene una relación muy pésima con el Rey. Tanto es así que ha vuelto a desafiarle.

Se podría decir que el Rey Carlos III ha intentado por todos los medios alejar al Príncipe Andrés de la primera línea del foco mediático. Aunque parecía que lo había conseguido, no puede evitar que de vez en cuando aparezca en las reuniones familiares como la misa de Pascua. Esta aparición llega en medio de los intentos del monarca por echar a su hermano de su residencia oficial, el Royal Lodge, ubicada en Windsor.

Esta mansión cuenta con 30 habitaciones, en las que se incluyen siete dormitorios, un salón principal y una capilla privada. Además, hay dos cabañas y una gran zona exterior. El gran problema es que necesita urgentemente una rehabilitación puesto que hay estancias que están muy deterioradas. 

El Rey de Inglaterra intentó echar a su hermano. De hecho, le ofreció la posibilidad de mudarse a Frogmore Cottage, una casa de cuatro habitaciones en la que había vivido el Príncipe Harry y Meghan Markle. Sin embargo, sin éxito. Ahora, el Príncipe Andrés ha vuelto a desafiar a su hermano al ponerse él manos a la obra a restaurar el jardín. 

Según ha revelado 'The Mirror', se ha visto al Príncipe Andrés en las inmediaciones del Royal Lodge en compañía de varios jardineros, a los que les ha pedido consejo para mejorar la vivienda. El padre de Eugenia y Beatriz de York le ha dicho de forma tajante a sus más allegados que "no irá a ninguna parte". De hecho, les explicó que llegó a plantarse frente al monarca para recordarle que tiene un "contrato de arrendamiento de hierro fundido" que firmó por 75 años en 2002. 

Las obras para restaurar la mansión, empezando por el techo y la fachada, comenzaron el año pasado. Pero a día de hoy están paradas. El Príncipe Andrés está dispuesto a poner dinero de su bolsillo para renovar él mismo la vivienda. De hecho, el medio británico indica que él mismo se está encargando de la parte de la jardinería para ahorrarse así una gran cantidad de dinero. "El duque ha estado recorriendo mucho la finca últimamente, hablando con el personal y pidiendo consejos sobre la gestión de los terrenos", apuna una fuente. 

Habría estado preguntando por diferentes tipos de árboles y arbustos. También ha querido saber si sería posible mover o reubicar alguno de ellos. "Sin duda, tiene un paso más ágil y está mucho más animado últimamente. Lo cual es sorprendente dado todo lo que le está pasando", sugieren. Hay que recordar que la propia Sarah Ferguson reveló que su exmarido se pasó meses deprimido en una de las habitaciones de su casa mientras veía la televisión. 

Con esta maniobra en la que se está encargando él de movilizar las obras de la deteriorada residencia, desafía nuevamente a su hermano, quien ha hecho ya varios intentos por echarle de allí. A pesar de que el Príncipe Andrés posee un contrato de arrendamiento, el propietario del Royal Lodge es el monarca. La relación entre ambos ahora mismo es muy tensa y parece que no hay un atisbo de que pueda reconducirse. 

El Príncipe Andrés negó conocer al presunto espía chino

Un empresario, que aseguró ser confidente del Príncipe Andrés, fue acusado de ser espía chino y poner en jaque la seguridad de Reino Unido. Cuando la polémica ocupaba todos los titulares de la prensa británica, se reveló que el hombre, de 50 años, fue invitado al Palacio de Buckingham, al Palacio de St. James y al Castillo de Windsor por el duque de York.

El hermano del Rey Carlos III se vio obligado a emitir un comunicado en el que se desligaba por completo de esta persona. "El duque de York siguió el consejo del Gobierno de Su Majestad y cesó todo contacto con el individuo después de que se plantearan preocupaciones. El duque se reunió con el individuo a través de canales oficiales y nunca se discutió nada de naturaleza sensible", rezaba el escrito.