A pocas semanas de la llegada al mundo del primer hijo de Meghan Markle y el príncipe Harry, comienzan a salir a la luz nuevos detalles sobre el nacimiento del bebé. La férrea tradición británica manda que los partos sean atendidos por el equipo médico de confianza de la reina Isabel II. Sin embargo, parece que la exactriz está dispuesta a romper con esta costumbre.
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El diario británico 'Daily Mail' asegura que la estadounidense no desea que "hombres con traje" atiendan su parto y habría nombrado a su propio equipo dirigido por una mujer. Eso sí, según el protocolo los médicos de la soberana no pueden ser excluidos por completo en el nacimiento.
Los ginecólogos Alan Farthing y Guy Thorpe-Beeston -que están considerados dos grandes especialistas en partos de alto riesgo- estarán presentes por si existe alguna complicación, pero contarán con un papel secundario. Ambos también estuvieron en el nacimiento de los tres hijos de los duques de Cambridge.
Según una fuente consultada por el medio británico señala que esta decisión ha supuesto toda una "sorpresa" en el seno de la Familia Real. Ya que estos médicos son "lo mejor de lo mejor" y su papel sería muy limitado suponiendo que todo vaya según lo establecido. Además de asistir en el parto de los hijos de los duques de Cambridge, otras royals han confiado en ellos como la princesa Diana y la princesa Ana.
Para algunos esta decisión tiene su punto extravagante por parte de la mujer del príncipe Harry ya que los médicos de la Reina no cuentan con una tarifa extra, en cambio un nuevo equipo médico supondrá un importante desembolso. Asimismo, Meghan podría no dar a luz en el ala Lindo del Hospital St. Mary Paddington, utilizado habitualmente por las royals. Todo apunta a que optarán por un centro más cercano a su nuevo hogar en Frogmore Cottale, Windwor.