Nos estaba llamando mucho la atención que en las últimas apariciones públicas de Máxima de Holanda la Reina no llevase una mascarilla. Es cierto que no en todos los países de la Unión Europea rigen las mismas normas de seguridad respecto a la pandemia del coronavirus, pero el uso de este protector es universalmente aceptado. Pues bien, ahora la soberana ha vuelto a recurrir a este elemento y en sus dos compromisos más recientes ha lucido un modelo ciertamente sorprendente.
Hablamos de una mascarilla elástica, confeccionada con forma anatómica, que se ajusta a la perfección en el rostro. Aunque el color negro dista mucho de los gusto habituales de Máxima, una mujer que si por algo se caracteriza en sus atuendos es por la generosa apuesta por el color. Además, el efecto que provocaba era algo perturbador, a medio camino entre Hannibal Lecter y una máscara de gas de guerra. Pero todo lo damos por bueno si es para mantener su seguridad y la de los demás respecto al virus. Responsabilidad ante todo.
Máxima de Holanda acudió de rosa y con pamela extragrande al acto de apertura del Mes de Atención del Cáncer, en colaboración con la Asociación Contra el Cáncer de Holanda, que tuvo lugar en La Haya. Como todos sabemos, el rosa es el color que identifica la lucha contra esta enfermedad. Al día siguiente la Reina cumplió con otra actividad oficial, en este caso para conmemorar el 70 aniversario del Consejo Social y Económico de Holanda, de nuevo en La Haya. Esta vez se puso un vestido drapeado en color mostaza de la firma Mattijs van Bergen.
La mascarilla negra de nuevo estaba presente a su llegada y al entrar en el recinto. En ambas citas la esposa del rey Guillermo se desprendió de ella cuando tuvo oportunidad de mantener las distancias con el resto de invitados. Siendo ella como es, sorprende que Máxima no se aventure en el terreno de las mascarillas a juego con el atuendo del día, como hace con total normalidad Matilde de Bélgica. Todo se andará. La pamela la sustituyó por otro vistoso complemento, un tocado-diadema abierto en la nuca, realizado en la misma tela del traje. Con y sin mascarilla, Máxima de Holanda continúa fiel a sí misma.