Los reyes Felipe y Matilde de Bélgica han llegado a Nueva York para cumplir con una visita de trabajo que durará dos días y se enmarca dentro de la presidencia belga del Consejo de Seguridad de la ONU.
Los monarcas, que han viajado acompañados por el ministro de Asuntos Exteriores y Defensa belga, Philippe Goffin, iniciaron su visita precisamente en la sede de dicho organismo, donde mantuvieron una reunión y abordaron ampliamente el tema de los niños en los conflictos armados.
Estando en La Gran Manzana, los reyes no podían dejar pasar por alto un lugar de obligada visita: el Memorial del 11 de septiembre. Felipe y Matilde acudieron a la Zona Cero, al sur de Manhattan, donde antes se alzaban las Torres Gemelas y que ahora es un museo para el recuerdo y la reflexión. Allí depositaron unas flores en la enorme placa en la que se encuentran grabados los nombres de los alrededor de 3.000 muertos en los atentados del 11 de septiembre de 2001. También tuvieron oportunidad de recorrer las instalaciones en las que pudieron ver algunos testimonios de aquella terrible tragedia, y además pudieron charlar con cuatro policías federales belgas que intervinieron en los atentados de Bruselas de 2016.
La intensa jornada terminó con los reyes asistiendo a un concierto en la Morgan Library & Museum. Una cita con la música clásica realizada con la colaboración entra la Capilla Musical Reina Elisabeth y la Filarmónica de Bruselas, que ofrece la oportunidad de promover la excelencia musical belga. La reina Matilde apareció espléndida con un vestido largo negro con un gran estampado floral de la firma Dries Van Noten. Hoy continuarán su visita con muchos más compromisos.