La princesa afronta un cierre de año, como mínimo, convulso. A pocos días de tener que dejar su país, se la ha visto muy emocionada al despedirse de sus amigos.
Mary de Dinamarca está en el punto de mira desde que salieron las polémicas fotos del encuentro 'secreto' entre Federico y Genoveva Casanova en Madrid. Desde entonces, todos sus movimientos y reacciones se analiza con lupa. El escándalo de su marido con la 'socialité' mexicana, lejos de menguar, no deja de sumar titulares. Mary, por su parte, lleva unas semanas en Australia, donde se marchó para estar cerca de su familia aprovechando las vacaciones navideñas. Se desconocen cuáles son sus planes inmediatos y cuándo pondrá rumbo de vuelta a su país de acogida. Su decisión puede trastocar drásticamente los planes de Margarita II, en vilo a propósito de su nuera. Mientras se suceden las informaciones, a la australiana se le ha podido ver muy emocionada despidiéndose de unos amigos en Nueva Zelanda, a pie de pista de aeropuerto. Las fotos que han salido a la luz de ese íntimo momento han hecho saltar todas las alarmas sobre su estado anímico: ¿está llorando la futura reina consorte?
El significativo mensaje de Mary de Dinamarca: "Los humanos necesitan humanos"
Coincidiendo con su viaje a Australia, Mary de Dinamarca ha reaparecido 'públicamente' en una imagen que ha difundido su fundación con motivo de las navidades. Una felicitación que ha sorprendido, y mucho, por el críptico mensaje que a modo de reflexión acompaña a la fotografía. "Nos necesitamos los unos a los otros si queremos tener éxito. Y eso no solo es cierto en el mundo laboral y para los que trabajamos para combatir el aislamiento social. Esto es cierto para todos nosotros. Los humanos necesitan humanos", sentencia la mujer de Federico. Sus palabras llegan en un momento particularmente complicado para ella a consecuencia del escándalo protagonizado por su marido hace menos de dos meses. Su cierre de año está siendo, como mínimo, convulso. De ahí que, el hecho de que hable de soledad de forma indirecta y de la necesidad de promover acercamientos no haya pasado desapercibido.Menos de 24 horas de hacerse público su mensaje, se han desvelado unas fotografías de la futura reina consorte en su país natal especialmente emocionada. Y, todo indica que, al borde del llanto. De acuerdo con el 'Daily Mail', presente en el lugar, Mary ha dejado escapar una lágrima que, rápidamente, se ha enjuagado con la mano. Por lo visto, la tristeza de la australiana ha sido más que evidente cuando le ha tocado despedirse de sus amigos más íntimos. Las imágenes han sido tomadas en la pista de despegue del aeropuerto de Nueva Zelanda, desde donde Mary; Federico; sus mellizos, Josephine y Vincent, y la princesa Isabel han puesto rumbo a la ciudad australiana de Brisbane. Ha sido inmediatamente después de que la futura Reina se abrazara a sus más allegados cuando se ha llevado la mano a la cara para retirarse la lágrima de debajo de las gafas de sol. Un gesto que, de acuerdo con el citado medio británico, que deja entrever que no le está resultando fácil decir adiós.
El cambio de opinión de la mujer de Federico de Dinamarca que pone en jaque a la Casa Real
Con las Navidades a la vuelta de la esquina, se desconoce cuándo tiene pensado el matrimonio poner fin a su viaje. A menos de una semana de la gran cita navideña del 24 de diciembre, que Mary y Federico no hayan regresado a Copenhague tiene en vilo al país nórdico. Según confirmó la casa real danesa a principios de diciembre, a los futuros monarcas se les espera en Dinamarca antes de esa fecha señalada. Esto con el objetivo de cumplir con los planes de Margarita II. La reina quiere reunir a su familia en el palacio de Marselisborg, como cada año. Sin embargo, ya se habla de un cambio de decisión de Mary que podría trastocar los deseos de su suegra.Según apuntan, en la Casa Real existe cierto recelo a que Mary de Dinamarca se quede en Australia más tiempo del estipulado. Una realidad a la que ya apunta la prensa de aquel país, no sin preocupación. Especulaciones que no hacen sino incrementarse ante el silencio que se ha adueñado del equipo de comunicación de Margarita II. Habrá que esperar para confirmar si, efectivamente, el matrimonio real no desoye a la monarca y acude a celebrar las navidades en palacio.