Los fastos con motivo de la Entronización del Emperador Naruhito de Japón aún no han terminado. La solemne ceremonia y el Banquete de Estado en el Palacio Imperial, al que acudieron alrededor de 200 Jefes de Estado, entre ellos los Reyes Felipe y Letizia, tuvieron lugar el 22 de octubre; al día siguiente, el primer ministro del país y su esposa agasajó a los invitados con otra cena oficial, que se celebró en el Hotel New Otani de Tokio. En ella volvimos a ver un desfile de la realeza internacional... si bien en esta ocasión causaron baja nuestros monarcas, que ya habían emprendido rumbo hacia el país vecino de Corea.
Los reyes Guillermo y Máxima de Holanda
Entre ellos estaban los reyes Guillermo y Máxima de los Países Bajos. La etiqueta para esta cena era de cóctel, no marcaba ni frac ni grandes vestidos con tiara. Por eso mismo, todos acudieron con atuendos elegantes, pero tampoco demasiado formales.
Letizia se desmarca (de cabeza) de la realeza europea.
Una reina en granate
Máxima de Holanda volvió a elegir el color granate para su estilismo. Ya lo había lucido para la gran cena de gala. Y apostando por joyas al tono, con rubíes. Esta vez se puso un mono de pierna ancha junto con una capita brillante sobre los hombros, a juego con el clutch.
Máxima de Holanda y sus excesivos tocados en la India.
Máxima y Kate protagonizan un inesperado duelo de estilo hindú.
Federico y Mary de Dinamarca
Los príncipes herederos de Dinamarca también acudieron a la cita. Mary llevaba un vestido midi blanco, con la parte superior semitransparente de manga corta con lunares.
El rey Carlos Gustavo y su hija Victoria de Suecia
El Rey Carlos Gustavo de Suecia estuvo acompañado por su hija y Heredera, Victoria, que eligió un vestido midi de gasa con bordado de flores, una tendencia que, como estamos comprobando, está arrasando entre las royals.
Alberto de Mónaco, sin Charlène
El Gran Duque Enrique de Luxemburgo
Los reyes Jigme Khesar y Jetsun Pema de Bután
Espectáculo japonés
Antes de la cena todos los invitados, Jefes de Estado, royals, primeros ministros y otros representantes extranjeros, pudieron disfrutar de una actuación cultural típica japonesa.
La cultura milenaria del País del Sol Naciente
Después pasaron al gran salón para cenar, donde el primer ministro dio un discruso. Con esto terminaban los actos más importantes relacionados con la Entronización, aunque aún habrá algunos banquetes oficiales más de carácter más local. El próximo 10 de noviembre, además, los emperadores Naruhito y Masako realizarán el tradicional desfile en automóvil por las calles de Tokio.