El pasado fin de semana ha ido a toda velocidad en los Países Bajos. El motivo: la celebración del Gran Premio de Fórmula 1, que ha tenido lugar en el circuito de Zandvoort, a las afueras de Ámsterdam. Hasta allí se han desplazado los reyes Guillermo y Máxima, acompañados de dos de sus hijas, la princesa Amalia y la princesa Alexia. Solo faltaba la menor, la princesa Ariane, quien justo acababa de ingresar en el internado UWC de Italia, perteneciente a la misma red educativa en la que ha estudiado la Princesa Leonor y ahora también la Infanta Sofía.
Los cuatro se presentaron en la jornada del domingo con un ánimo estupendo, y en particular las chicas, quienes se mostraban muy emocionadas de disfrutar de las carreras. Pero si hubo una fan absoluta esa fue Alexia (18), que no paraba de inmortalizar momentos con su cámara del móvil.
Los 'royals' recorrieron las instalaciones antes de que se diera el pistoletazo de salida, dejando ver su lado más cercano y familiar. Esta era la primera vez que se dejaban ver todos juntos después de sus vacaciones, para las que han vuelto a elegir como destino su residencia en Grecia.
El verano no les ha podido sentar mejor. Los reyes y sus hijas han regresado a los Países Bajos con aire descansado y un bronceado envidiable. Si ponemos el foco en las damas, tenemos que añadir que para esta cita deportiva parecían haberse puesto de acuerdo en lucir atuendos coordinados. Diferentes entre sí, pero con una línea común: el azul denim.
Máxima de Holanda (52) llevaba un mono de algodón ligero, con una cazadora de cuero por encima de los hombros; la princesa Amalia (19) optaba por unos pantalones anchos con blusa estampada, deportivas y un abrigo largo de la marca española Mango (150 euros); y la princesa Alexia volvía a ser la más rompedora poniéndose un mono de tejido vaquero y unos pendientes largos compuestos de varios corazones.
Llegado el momento de pasar por los boxes, la Familia Real holandesa hizo gala de su simpatía en el cara a cara con los pilotos. Allí les saludaron y conversaron con ellos antes de participar en la carrera. Entre ellos estaba el español Fernando Alonso (que finalizaría en segunda posición). También aprovecharon para desear suerte al piloto belga Max Verstappen, de 25 años, quien acabó ganando la competición.
Las más jóvenes no ocultaban su entusiasmo. Amalia se comportó a la altura de su posición como heredera al trono, más seria y formal, dando la mano y preguntando de manera muy 'profesional'. La princesa todavía no ha recuperado su vida 'normal' tras recibir amenazas de la mafia de su país (lo que la ha obligado a cambiar sus planes de residir en Ámsterdam mientras estudia en la universidad), pero, como ella misma ha confesado, se encuentra mucho mejor de ánimo. De hecho, suele realizar frecuentes espadas a Madrid, como hemos tenido oportunidad de comprobar.
Mientras tanto, Alexia se mostraba más expresiva y natural, sin parar de hacer fotos para el recuerdo. Alexia se ha graduado este año en el UWC Atlantic College de Gales (en la misma promoción que nuestra Leonor) y ahora está saboreando a fondo su año sabático, una costumbre arraigada en la Casa de Orange antes de emprender la carrera universitaria.