Las 7 barbaridades que suelta el Príncipe Harry en sus memorias

El hijo menor del Rey Carlos III cuenta en su obra editorial que perdió la virginidad a los 17 años. La primera vez que tuvo sexo fue con una mujer mayor que él en un campo detrás de «un pub muy concurrido». Y no guarda un recuerdo muy memorable del momento: «Me trató como a un semental».

Al hacerlo en un lugar público, uno de sus guardaespaldas le pidió explicaciones: «Sospeché que se refería a mi reciente pérdida de la virginidad, un episodio humillante con una mujer mayor a la que le gustaban los caballos machos y que me trató como a un joven semental. La monté rápidamente, tras lo cual me dio unos azotes en el culo y me echó. Uno de mis muchos errores fue dejar que sucediera en un campo, justo detrás de un pub muy concurrido. Sin duda alguien nos había visto».

Sorprende la manera en la que el Príncipe Harry relata su paso por Afganistán, donde estuvo en dos ocasiones. Hizo dos giras en la primera línea en este país: primero como controlador aéreo con los Blues and Royals en la provincia de Helmand, en 2007; después como piloto de helicóptero de ataque Apache. En su segunda estancia, en 2012, acabó con la vida de 25 personas.

«Maté a 25 personas», admite. En su sorprendente revelación recuerda cómo eliminó insurgentes a los que veía como «piezas de ajedrez retiradas del tablero», no como «personas». Y no se arrepiente de ello: «Me pareció esencial no tener miedo de ese número. Así que mi número es 25. No es un número que me llene de satisfacción, pero tampoco me avergüenza».

Otra de las perlas que suelta el Príncipe Harry en su libro tienen que ver con las desavenencias entre su mujer, Meghan Markle y Kate Middleton. En los preparativos de su boda con la estadounidense, esta tuvo diferencias con su cuñada por el vestuario de las damas de honor. Lo peor es que hizo un comentario muy desafortunado sobre la actual Princesa de Gales, haciendo alusión a su «cerebro de bebé».

Las palabras de Meghan hicieron estallar al Heredero al Trono de Inglaterra, que salió en defensa de su mujer. La llamó a «grosera» a la cara y «la señaló con el dedo» y le dijo: «Es de mala educación. Estas cosas no se hacen aquí’. La exactriz no se quedó callada: le dijo a su cuñado: «Si no te importa, mantén tu dedo fuera de mi cara».

Harry escribe en sus memorias que «Meg dijo que nunca había hecho nada intencionadamente para ofender a Kate y que, si lo había hecho, le rogaba que se lo hiciera saber para evitar que volviera a ocurrir». Asimismo, el Príncipe revela que su hermano le dijo: «Meg es difícil, es grosera, es abrasiva».

«¿Quién sabe si soy tu verdadero padre? Tal vez tu padre esté realmente en Broadmoor, mi querido hijo». Así describe Harry la broma «de mal gusto» de su progenitor, en la que hace referencia a los rumores que durante años sonaron sobre la posibilidad de que su verdadero padre era James Hewitt, el jinete con el que Diana de Gales tuvo relaciones extramatrimoniales.

Otro de los detalles que Harry menciona en sus memorias (y de los que no se tenía conocimiento hasta ahora) es que el Príncipe Harry «rogó» a su padre que no se casara con Camilla porque temía que algún día fuera su «malvada madrastra».

El duque de Sussex alega que él y su hermano no se interpondrían en la relación del entonces príncipe de Gales, pero le habían pedido que no pasara por el altar por segunda vez. Ambos llamaban a Camilla «la otra mujer». Harry afirma que conocerla por primera vez fue como una «inyección», y escribe: «Cierra los ojos y ni siquiera lo notarás».

«Recuerdo que me preguntaba… si sería cruel conmigo; si sería como todas las madrastras malvadas de los cuentos», destaca el royal en su autobiografía. «Willy sospechaba de la ‘otra mujer’ desde hacía mucho tiempo, lo que le confundía y atormentaba. Cuando esas sospechas se confirmaron, sintió un remordimiento agónico por no haber hecho o dicho nada antes».