Los medios de comunicación de todo el mundo han permanecido pendientes de la salud de la Reina Isabel II. A última hora de la mañana del jueves el Palacio de Buckingham ha emitido un comunicado en el que desvelan que su estado de salud es delicado y que se encuentra bajo supervisión médica en el Castillo de Balmoral, lugar al que se han desplazado casi todos los miembros de su familia. Nada hacía sospechar hace dos días que las alarmas iban a saltar de ese modo, pues cuando recibió a la nueva Primera Ministra británica, Liz Truss, se mostró sonriente y pizpireta en el tradicional besamanos. Hablamos de la cita que tuvo lugar el martes 6 de septiembre de 2022. Sobre las siete de la tarde de este mismo jueves 8 de septiembre anunciaban la peor de las noticias: la muerte de la reina Isabel II.
Si bien parecía estar más delgada y tenía algún moratón en sus manos, nada hacía presagiar este empeoramiento tan rápido. En todo momento se apoyó en su bastón, lo cual no extrañó debido a su escasa movilidad, siendo este problema algo que le ha alejado de los actos públicos en varias ocasiones. Esta imagen ha sido muy analizada tras su publicación, no solo por las últimas noticias sobre su salud, sino también porque la Reina no reaparecía en un acto público desde hacía 47 días. En los últimos meses ha reducido al máximo sus apariciones públicas y, aunque ha sufrido varios problemas de salud, lo cierto es que siempre conseguía sobreponerse.
Ahora han sido muchos los que han reparado en el detalle de la mano y en su mancha amoratada, así como en la fragilidad que mostró que esta misma semana. Son muchos los que están pendientes de su seguimiento, entre otros los miembros de su familia, que se han desplazado hasta su residencia de verano, lugar en el que ella se encuentra instalada en este momento.
La Reina Isabel recibió a la Primera Ministra del Reino Unido en el Castillo de Balmoral, la residencia de Escocia, un hecho inusual debido a que siempre se había hecho en el Buckingham Palace. El motivo no fue otro que sus problemas de movilidad, algo que se había acentuado en los últimos meses debido a sus 96 años de edad. Sentía menos energía y adaptó sus compromisos oficiales, declinando su presencia en algunos de ellos.