En estos días no se habla de otra cosa en el Principado. Alberto II, el monarca, ha sido señalado directamente por su antiguo contable y mano derecha, Claude Palmero, debido a algunos comportamientos sospechosos y un gasto de dinero exorbitado que achaca a su "caótica vida personal". De entre sus jugosos detalles, especialmente relevantes son los datos referidos a su esposa, la princesa Charlène, cuyos caprichos revelan un tren de vida casi inasumible, pero al que su esposo cede sin oposición.
Claude Palmero lo ha contado todo al prestigioso diario francés Le Monde, que ha tenido acceso a los cinco diarios registrados por el administrador durante sus 20 años al servicio del príncipe Alberto (más los que antes trabajó para su padre, el príncipe Rainiero) y que ha publicado esta semana en varias entregas.
Este hombre fue despedido por el soberano en junio de 2023, alegando "malversación de fondos". Este es el motivo por el que ahora Palmero se ha decidido a hablar públicamente y a defender su honor: "No soy ni corrupto ni ladrón. No me he llevado un céntimo", ha declarado.
Los números que reflejan sus notas son de lo más llamativos. Una cantidad ingente de dinero que sale del bolsillo real para costear los asuntos privados del monarca y con los que el contable ha lidiado dado el cargo de máxima confianza que ostentaba.
Claude Palmero afirma que el príncipe Alberto tiene una cuenta en un banco francés exclusivamente para realizar pagos a sus examantes y a los dos hijos nacidos fuera de su matrimonio. Se trata de Jazmin Grace (31), fruto de su relación con la camarera estadounidense Tamara Jean Rotolo; y Alexandre (20), nacido de su romance con la azafata togolesa Nicole Coste. Ambos están reconocidos legalmente por el soberano, aunque no figuran en la línea de sucesión al trono.
La princesa Charlène gastó 15 millones de euros en ocho años
El príncipe Alberto ha normalizado esta relación con sus hijos, mostrándose muy cariñoso con ellos en distintos momentos privados. Algo que la princesa Charlène ha aceptado, al menos de cara a la galería. Para estos vástagos (los 'oficiales' son los príncipes mellizos Jacques y Gabriella, de nueve años), el príncipe Alberto destina 300.000 euros al año a cada uno.
Pero poniendo el foco en la princesa consorte, las cifras suben de manera muy llamativa. A pesar de que tiene una asignación oficial de casi 1,5 millones de euros, el contable acusa a Charlène de gastar cantidades ingentes de dinero extra.
Según los registros del administrador, la princesa Charlène invirtió 2,5 millones de euros en renovar la casa de vacaciones que tienen en la localidad de Calvi (Córcega) y también su despacho en Montecarlo. Y añade que ella disponía de otra casa alquilada en la misma isla francesa, para disfrutar aparte de su marido.
En la última década destacan varias entregas de dinero del monarca hacia su esposa que han levantado más sospechas. Por ejemplo, en abril de 2016 anota que Charlène le pidió 70.000 euros. Y en 2020 inscribe el pago de 171.000 euros de Alberto a Charlène, además de darle casi 5.000 euros en efectivo.
Muchos interpretan que todo este dinero sirve para comprar su silencio. Recordemos que su matrimonio siempre se ha cuestionado y algunos lo ven casi como un pacto de conveniencia.
Otro delicado asunto se refiere a las niñeras de sus hijos. Según Claude Palmero, la princesa Charlène contrataba para ello a inmigrantes ilegales, o al menos viviendo irregularmente en Mónaco (cita que alguno tenía visas expiradas e incluso apunta a un empleado que habría entrado en el pequeño país mediterráneo con pasaporte falso). Su sueldo: 100 euros al día. Unas "prácticas peligrosas", afirma el contable.
Al servicio personal de Charlène de Mónaco llegaron a estar más de 8 personas, incluido su chef privado por 300 euros al día. Hasta el punto de que, a partir de 2021, Palmero prohibió a la princesa que hiciera más contrataciones.
Harto y alarmado por la situación, en 2019 el administrador advirtió de un dato esclarecedor: Charlène de Mónaco había gastado cerca de 15 millones de euros en solo ocho años.
El 46 amargo cumpleaños de la princesa Charlène
También la familia de la princesa habría sido objeto de la ‘generosidad’ de Alberto. Su hermano, Sean Wittstock, que es director de la Fundación Princesa Charlène, recibió casi un millón de euros de parte de su ilustre cuñado para comprar una casa en 2022. Ahora regenta una cafetería en la capital.
En su diario, Claude Palmero deja escritas unas palabras y estalla: "¡Es una locura! ¡No tengo control sobre los gastos de la Princesa!". Todo ello en la semana en la que la esposa de Alberto II ha cumplido 46 años (el pasado 25 de enero). Lejos de ser un dulce aniversario, la tarta se le ha amargado.