Rania de Jordania ha sido la anfitriona de la fiesta organizada para su nuera. Cuando solo quedan unos días para el enlace de Hussein de Jordania y Rajwa Al Saif, la reina consorte ha hecho todo lo posible para que esta celebración reservada solo para mujeres saliera a la perfección. Tan orgullosa está del resultado que incluso ha compartido un extenso álbum en sus redes sociales, donde muestra el concierto que se hizo en su honor, así como el discurso que dio Rania en esta particular fiesta de despedida de soltera. Tal fue el cariño profesado hacia ella que Rajwa no pudo evitar llorar, tal y como se demuestra en las imágenes que te mostramos a continuación.
Aunque hay para quien puede resultar algo desconocido una fiesta de este estilo, se trata de una ceremonia de transición para la novia antes de contraer matrimonio. Normalmente después de esta fiesta la protagonista se despide de su familia, una tradición en la que también se conmemora el amor y la cual tiene lugar después de haber recibido la bendición de ambas familias para casarse. Es casi al final cuando la suegra, en este caso Rania de Jordania, dispone la henna en las manos de la novia para posteriormente cubrir con una venda y esperar a que el producto se seque. Se cree que este tipo de costumbres crean lazos inquebrantables antes de la boda, algo que quién sabe si sucederá en el futuro con Rania y Rajwa.En las fotografías que podrás ver en la galería se puede ver a la novia muy emocionada. Vivió una auténtica montaña rusa de emociones, pues sin poder evitarlo pasó del llanto a la risa debido a todas las sorpresas que le esperaban en un día que giraba en torno a ella. Será el próximo 1 de junio cuando el heredero se casará con ella y cuando diferentes casas reales acudan a su enlace, siendo semanas cuando han dado comienzo los últimos coletazos.
Vídeo: Redes sociales
Vídeo: Redes socialesEsta fiesta ha congregado a más 600 mujeres, cita en la que se encontraban pesos pesados como las princesas Iman y Salma. Rajwa ataviada de un vestido blanco con bordados dorados y un velo blanco fue todo un ejemplo de elegancia, al igual que su suegra Rania de Jordania, que apostó por el color azul para sorprender a todos.